Peter Lim y la construcción del Nuevo Mestalla: mentiras, verdades y cosas a medias

Se habla mucho de lo que el dueño debe o no debe hacer por contrato, pero también es importante lo que quiere y lo que puede hacer

Toni Hernández | 22 OCT. 2017 | 07:00

Peter Lim va a terminar el Nuevo Mestalla para que el Valencia disponga de nueva casa dentro de los plazos firmados con el Ayuntamiento de la ciudad. No, no soy la Bruja Lola ni juego a adivino, simplemente me dedico a leer los acuerdos que se firmaron en su día en el vergonzoso proceso de compra-venta del club que terminó en manos del empresario de Singapur. Pero que nadie se confunda, que la hoja de ruta no se puede coger por el final, porque como me decía mi profesor de matemáticas, mi querido don Pascual, “Hernández, has puesto como resultado 4, pero me tienes que decir cómo has llegado a esa conclusión, porque esa es la clave del problema”. Es decir, el fin último es la construcción del Nuevo Mestalla, esa vergüenza que tenemos en la Avenida de Las Cortes hace más de una década, pero siguiendo todos los procesos, que son muy claros.

Que el club haya movido ficha como nadie lo ha hecho desde que pararon las obras, y eso que a Manolo Llorente le faltó vender las copas del club bajo el discurso de “es para acabar el estadio”, es un mensaje claro. Y el día 10 de noviembre, en la Junta de Accionistas, deben quedar muchas más cosas claras, entre ellas el diseño y los detalles que tenga el recinto. Pero primero hay que vender las parcelas del actual estadio, el gran caballo de batalla, cancelando los créditos con Bankia, que fueron suscritos en pesetas, y esta misma entidad, deberá proceder a la financiación del nuevo estadio. Si, el resultado es el mismo, el futuro santuario valencianista, pero hay que explicar las cosas bien, no con medias verdades para hacer daño o hacer la pelota, según la voluntad del que suscriba.