La afición del Valencia y las faltas de respeto de tanta gente

Es lo único intocable del club, lo que siempre queda, lo que está por encima de todo y de todos, y hay que ser conscientes de ello

Toni Hernández | 05 MAY. 2017 | 00:03

La afición del Valencia, un ente abstracto en sí mismo, pero una fuerza arrolladora a favor y en contra, a la que muchas veces se le hace de menos, porque se le teme cuando se debería funcionar de un modo totalmente contrario. El valencianista es posiblemente uno de los seguidores más agradecidos del fútbol español, porque a poco que su equipo de un mínimo ce todo, ganas, sacrificio, entrega y compromiso, aplauda, y lo hace desde el sentimiento. Y claro que lo que quiere es ganar, hasta el club más modesto del mundo, y cuando no lo hace se enfada, claro que sí, faltaría más. Se llama exigencia, se llama ambición. Algún bobo lo llama de otro modo, pero es más que probable que ese personaje no haya pisado Mestalla en su vida o lo haya hecho sólo cuando ha venido el Madrid. Y se intenta usar como arma arrojadiza, algo sucio, muy sucio, tanto por su parte como por la de algunos de aquí.

Estar cercanos, respetar y hablarles a la cara, con calma, con la verdad por delante. Realmente es sencillo, aunque a veces pueda ser un trago. Esto se lo vengo pidiendo a los que mandan desde los tiempos en que todavía se compraba con pesetas, es decir, no es nada nuevo, ni el demandarlo ni el que no se haga, aunque ahora lo fácil es achacarlo a que "el dueño vive a 12.000 kilómetros". He visto presidentes que vivían arriba del Mercado de Colón y actuaban igual. Viene la campaña de abonos, viene el final de la temporada, viene el comienzo de la siguiente que va a ser especial, debe serlo, no hay otro remedio. Peter (perdón por la confianza), habla a la gente, diles qué quieres hacer y cómo. Ganátelos.