La venta del Valencia por parte de Peter Lim: un asunto más que complejo

En un extraordinario artículo, Levante-EMV cuenta muchas de las condiciones que firmó el dueño del club al comprar, y que (casi) nadie aquí estaría dispuesto a asumir

Toni Hernández | 22 MAR. 2017 | 12:55

La venta del Valencia por parte de Peter Lim, algo a lo que algunos le "obligan" sin tener en cuenta nada más que su cabreo justificado, es un asunto más que complejo, porque la compra en día así lo fue, y se firmaron muchos documentos, muchos papeles, muchas condiciones, y todo aquello no está en un cajón olvidado, sino más presente que nunca. En un extraordinario artículo de Levante-EMV firmado por Sergi Pitarch y J.M. Bort se ponen de manifiesto muchas cuestiones que en el debate de calle se pasan por alto, pero que son claves para entender la pasada compra y una futura venta. Peter Lim se comprometió a muchas cosas que nadie, o casi nadie, de aquí firmaría jamás, y es por ello que pensar en otra transacción en el corto plazo parece imposible. Aunque como argumenta el artículo, claro que puede vender el Valencia, porque para empezar, es suyo.

Cuenta el artículo que sí, que puede vender, "pero antes debería pasar un filtro muy exigente: el de Bankia, máximo acreedor del club de Mestalla y fiador, también, de los 90 millones de euros con los que el empresario de Singapur compró el club. Este firmó acuerdos privados y garantías personales que le obligan a responder a ambas deudas si decide traspasar la propiedad. «Claro que se puede marchar, pero sólo bajo la supervisión del banco, que seguro que lo tiene todo bien atado», explica Antonio Paños, un experto en la materia. ¿Alguien en la sala dispuesto a avalar 90 kilos? ?¿Nadie? "Bankia se planteó el peor de los escenarios el día que estampó su firma junto a la de José Luis Zaragosí, patrono encargado de firmar la venta del Valencia por la anunciada negativa del entonces presidente de la Fundación, Aurelio Martínez, en el documento de compraventa. El banco amarró, más de lo que se ha contado, una hipotética salida de Lim del accionariado. En caso de que el inversor de Singapur quisiera salir corriendo dejando al club -en realidad al banco- en la estacada y con la deuda impagada, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri podría ejecutar bienes del empresario por valor de la deuda viva pendiente". O sea, que Peter Lim, si se va, ¿paga toda la fiesta que dejaron pendientes valencianos y valencianistas durante años?

El futuro a corto plazo es complicado porque el año que viene hay que empezar a amortizar créditos duros y no se tendrá Europa ni tampoco el nuevo estadio, y Peter Lim, de una manera o de otra, tendrá que tirar de riñón financiero para sacar el Valencia adelante. Pero contar la historia completa, con todos los detalles, parece un tema más que importante.