Garay, fichaje estrella y rendimiento discreto

La llegada de Ezequiel Garay al Valencia despertó mucha ilusión entre los aficionados, el argentino era un objetivo del club desde hace varios años y el pasado verano aterrizó en medio de mucha expectación. Ya desde los primeros días su figura encajó en la ciudad por su dilatada trayectoria y también (todo hay que decirlo) por su curiosa conexión con la prensa rosa; Garay era una estrella mediática en toda regla pero en el campo no ha sido un futbolista importante de momento.

Su precio y experiencia le colocaban como una de las esperanzas del nuevo Valencia. Garay debía liderar una defensa muy tocada tras la salida de Mustafi y estaba llamado a hacer grandes cosas en el club, pero el rendimiento del argentino no ha cumplido las expectativas. Si bien es cierto que Mangala ha ido de menos a más y en este momento está ofreciendo detalles positivos, no ha ocurrido así con Garay. Mangala es el auténtico líder de la zaga y el equipo nota sus ausencias, en el caso de Garay las lesiones no son excusa para justificar su bajo rendimiento.

De Garay se esperaba mayor contundencia en el corte, eficacia en las jugadas a balón parado y buena salida de balón, pero a la hora de la verdad el ex madridista no ha marcado diferencias. El Valencia está firmando números escandalosos en cuanto a goles encajados se refiere, y aunque es una cuestión global de todo el equipo, los defensas centrales no pueden salvarse de la quema. Parece que es uno de los jugadores que continuará la próxima campaña, pero la afición debe exigir mucho más a Ezequiel Garay.