Ser del Valencia es algo muy grande, y disfrutarlo, mucho más

Volver a Mestalla, sufrir un partido espectacular, sentir cómo respira el estadio y su gente, y llevarte por delante al Madrid

Toni Hernández | 22 FEB. 2017 | 21:37

Ser del Valencia es algo especial, sentir el club, vivirlo, entenderlo, comprenderlo, amarlo, odiarlo sólo un poco pero perdonarlo cuando toca, y sobre todo, entender que hay días que son clave, que no tienen nada que ver con lo que haya pasado o incluso esté pasando, que no importan dueños, presidentes, entrenadores, jugadores, porque en esos días, quien juega es el Valencia y su gente. Sí, estoy emocionado y excitado, acabo de sentarme delante del ordenador después de volver de Mestalla, donde hacía casi 4 años que no vivía un partido, y estoy embriagado por muchas sensaciones, incluso algunas contradictorias, porque llevo escuchando mucho tiempo que la afición de este club pasa de todo, que está muerta, que no siente ni padece... valientes ignorantes que transformáis vuestras guerras particulares en las de todo el mundo.

90 minutos brutales, increíbles, especiales, de una sintonía que hacía años que no se vivía, quizá porque el equipo está tocado, quizá porque la gente es bastante más inteligente de lo que muchos se piensan y sabe cuándo su equipo le necesita de verdad. El Madrid no se llevaba ni agua de Mestalla porque había más de 50.000 personas que no iban a dejar que pasara, y que cuando veían a los suyos que ya no podían ni pegar una carrera más por los calambres, apretaban los dientes y el trasero en el asiento. El día que no viva este deporte así, en lo personal y en lo profesional, yo tendré que dejarlo, pero qué a gusto estoy con la voz afónica como en los viejos tiempos.