El Valencia no puede con Llull y el Madrid se proclama campeón (95-97)

Valencia Basket no pudo conseguir su segunda Copa del Rey a pesar de tener una última posesión para empatar o ganar al equipo de Pablo Laso. Sergio Llull MVP

Samuel Subiela | 19 FEB. 2017 | 20:32

Valencia Basket no pudo conseguir su segunda Copa del Rey, a pesar de apelar a la épica, al corazón y al carácter. El equipo de Pedro Martínez tuvo opciones hasta el final, pero Van Rossom no pudo levantarse para tirar y el Madrid acabó ganando el partido. El equipo 'taronja' no puedo redondear una Copa prácticamente perfecta que les confirma como uno de los mejores equipos de Europa. Otra vez, en Vitoria, el Valencia perdía otra final de Copa.

Dubi, Sikma, San Eme, Rafa, Sam Van Rossom salían en el equipo titular, y era el estadounidense quien abría marcador. Los dos equipos se repartían los puntos, con intercambios de canastas entre ambos. Anthony Randolph lideraba el ataque de los blancos, mientras, como siempre, las rotaciones en Valencia Basket llegaban pronto. El respeto entre los dos equipos era palpable, y el ataque no brillaba. Sin embargo, a falta de un minuto, llegaba la primera ventaja importante del equipo madridista, 20-13, gracias a un mate de Luka Doncic en el rebote ofensivo. Los ‘taronja’ no conseguían coger ritmo, tan sólo un triple de Dubljevic desde llegar a los 12 puntos. Sin embargo, el Madrid encontró fácil la canasta del Valencia en el último ataque del primer cuarto, 22-16.

El segundo cuarto empezó con varios triples en ambos equipos. La línea exterior se abrió y el resultado pasó a 27-24. Luka Doncic se echó el Madrid a la espalda, y el Valencia Basket volvía a sufrir, sin tener respuesta a lo que el joven talento esloveno proponía. Aún, así, el equipo de Pedro Martínez no perdía la cara al partido, y Rafa Martínez ponía el 34-30 a mediados del segundo cuarto, y es que era el capitán el que tiraba del equipo en el segundo cuarto, sin embargo, el rebote era una de las claves del equipo de Laso, que dominaba la primera parte, a pesar de los esfuerzos de Pierre Oriola. Pero la garra, y la madurez mental, del Valencia Basket impedía que el Madrid rompiera el partido, y así, el equipo ‘taronja’, gracias a un palmeo de Fernando San Emeterio, ponía la diferencia en tan sólo dos puntos para cerrar la primera mitad. 47-45.

La segunda parte continuaba con la tónica de la primera. Los dos equipos muy parejos pero ligeramente más cómodo el Real Madrid, que aumentó su ventaja a cinco puntos tras los primeros siete minutos del tercer cuarto. Gustavo Ayón y Anthony Randolph marcaban el camino del conjunto merengue. Pedro Martínez paró el partido, y dio entrada a la pareja Sastre-Oriola, que volvieron a revolucionar al equipo valenciano y rebajaron la diferencia en tan sólo un punto, 63-62. A falta de un minuto, y gracias a dominar el rebote ofensivo, el Valencia Basket empataría el partido, 71-71. Sin embargo, Llull volvería a disfrazarse de superhéroe anotando un triple para poner el 74-71 y cerrar el tercer cuarto.

El último parcial empezaría con Dubljevic destacando en ataque, aún así, el Madrid seguiría mandando en el marcador, 79-74. Con apenas tres minutos de juego en el último cuarto, los madrileños entrarían en bonus, algo que aprovecharía el Valencia para acercarse en el marcador. 82-81 era el resultado a falta de cinco minutos gracias a un triple de Van Rossom. Tres tiros libres de Doncic y una canasta de dos de Randolph daban aire al Madrid, ante un Valencia que no dejaba de luchar, y tras un parcial blanco, llegaba otro ‘taronja’. El Madrid ganaba de dos a falta de dos minutos. Y entonces apareció Llull, con ocho puntos consecutivos, dos triples antológicos, dio media final al equipo blanco que ganaba de cuatro a falta de veinticuatro segundos. La pizarra funcionó, pero los árbitros no se atrevieron a pitar una falta antideportiva que habría significado más de dos tiros libres para los valencianos. Dubi no acertó con los dos tiros libres, y sólo metió uno, al contrario que Llull que si metió los dos. Sin embargo, el Valencia todavía tendría otra opción. Sastre robaba un balón, pero Sam Van Rossom no podría elevarse para lanzar un tiro que podría haber cambiado el sino del partido. El Madrid, se proclamaba campeón de la Copa del Rey, por 97-95.