Las últimas Navidades del Valencia en descenso

El miedo se ha apoderado del valencianismo y el equipo podría pasar las vacaciones navideñas en puestos de descenso. La situación tiene precedentes

Jose Hernández | 06 DIC. 2016 | 20:58

Al Valencia solo le resta un partido de liga en 2016, la difícil visita al campo de Anoeta puede dejar a los de Cesare Prandelli en una situación muy complicada si no se consigue un resultado positivo. De confirmarse, el Valencia podría pasar las vacaciones navideñas en puestos de descenso, algo que no ocurre desde 1982.

"No pienso dimitir porque esa no es la solución del Valencia, ¿Por qué quieren colgar al presidente?" El 20 de diciembre de 1982 el Valencia amanecía colista de la liga. El equipo no levantaba cabeza y la palabra descenso comenzaba a planear en la mente del aficionado. La grada tenía claro a quien dirigirse para desahogar la ansiedad de la clasificación, tras la derrota 0-1 ante el Celta de Vigo más de 5000 aficionados esperaron la salida del presidente Ramos Costa exigiendo responsabilidades. La situación guarda paralelismos con la actual, aunque ahora, la cabeza visible del club se encuentra a miles de kilómetros de distancia y no parece dispuesto a afrontar el juicio público de una grada enfurecida. Los tiempos han cambiado y también la estructura de los clubes, pero el fútbol no lo ha hecho tanto.

Aquella tarde en Mestalla, Ramos Costa sufrió la reprimenda de una afición cansada de mentiras y despropósitos, el castigo a una gestión con demasiados aires de grandeza y poca sensatez. Curiosamente, el entrenador del equipo fue aplaudido a la salida pese a la mala clasificación del equipo. El técnico no era otro que Miljan Miljanic, un hombre que a semejanza de Prandelli desprendía seguridad. Su experiencia en la selección yugoslava y el Real Madrid le otorgaba un pequeño colchón de confianza, pero lo cierto es que desde su llegada (en sustitución de Mestre) solo había podido ganar dos encuentros. El Valencia vivía una pesadilla y el equipo parecía bloqueado pese a contar en la plantilla con jugadores como Kempes, Tendillo, Felman o Arias. Miljanic insistía en el mismo discurso que Prandelli: "Lo del Valencia es algo psicológico"


El club era una guerra permanente, y como suele ocurrir en estas situaciones, la actualidad de la entidad se convirtió en noticia de todos los medios nacionales: el Valencia era un grande en apuros y firme candidato a descender de categoría. Javier Clemente, técnico que pocos meses después se proclamaría campeón de liga con el Athletic gracias a una "carambola" de resultados en la que también participó el Valencia, analizaba en diciembre de 1982 la realidad del club de Mestalla: "-¿Se salvará el Valencia? - Seguro. Hay equipos de menos calidad, pero su situación es difícil. Cuando los buenos equipos están con negativos pasan por un gran peligro, el público les exige, surgen los nervios y hay que jugar con esa presión".

Fichajes de invierno

​Miljanic entendía que la plantilla era corta y desequilibrada, por ello pidió refuerzos. En navidades Ramos Costa tranquilizó a la afición con la inminente llegada del argentino Néstor Di Luca procedente de Huracán, pero el traspaso no se concretó. También se habló de Bertoni e incluso del hispano-belga Juan Lozano, un futbolista que el Anderlecht se negó a traspasar al Valencia ya que precisamente los de Mestalla serían rivales en la Copa de la UEFA unos meses más tarde. Porque ese equipo, a diferencia del actual, sí jugó competiciones europeas.Al final no hubo fichajes importantes aunque sí se incorporó Adjutori Serrat procedente del Hércules. Miguel Tendillo, uno de los grandes damnificados de la actuación de la selección en el mundial de España era explícito en los últimos días de 1982: "¡Que se acabe ya este año horrible!" Pero en enero las cosas no mejorarían.

El Valencia estrenó el nuevo año cayendo 5-1 en el Santiago Bernabeu frente al Real Madrid. El equipo ofreció una imagen deplorable y Pepe Carrete no se mordió la lengua ante los medios: "He salido avergonzado del terreno de juego. No somos dignos de defender la camiseta del Valencia y lo siento por si algún compañero se molesta pero yo también me incluyo (...) hay que jugar con más cojones y dejar al entrenador aparte. Los once que hemos jugado hoy teníamos que estar picando carbón"


El Valencia perdió en el Camp Nou y tocó fondo el 8 de enero de 1983 cayendo 1-2 ante el Athletic en un partido con polémica arbitral. El valencianismo se vio en segunda esa noche y la tensión traspasó todos los límites. Los aficionados se agolparon en la puerta del estadio, clamaron contra el colegiado Soriano Aladrén, contra los jugadores y la directiva. Tal y como refleja la prensa, tres cuartos de hora después de que finalizara el encuentro seguía habiendo hinchas en las inmediaciones y la policía se vio obligada a efectuar cargas y detenciones. El Valencia era último por detrás de Racing y Valladolid.El equipo tuvo una tímida reacción pero Miljanic sería despedido dos meses más tarde. Antes, se produjo la dimisión de Ramos Costa.


El desenlace de toda aquella tormentosa temporada es conocido. El Valencia coqueteó con el descenso hasta el final y se salvó de forma milagrosa ganando al Real Madrid de Di Stéfano en la última jornada con un gol de Tendillo. Después de sufrir un calvario y pasar las peores navidades posibles en la cola de la clasificación, la afición respiró y celebró aquella permanencia como si de un título se tratara. Pero tristemente, la herida solo había dejado de sangrar de forma momentánea ya que tres años más tarde el club vivió el peor momento de su historia al consumarse el descenso a segunda división.