Indolentes en defensa y tiernos en ataque

El partido de Vigo mostró la realidad de un Valencia que está a un solo punto del descenso por méritos propios. El equipo no certifica la recuperación

Jose Hernández | 07 NOV. 2016 | 08:03

No deben existir paños calientes con un Valencia que está demostrando en el campo que el trabajo realizado durante este verano y la planificación ha sido negativa, la llegada de Prandelli aportó algo de luz a la situación, pero el italiano no ha podido hacer milagros y la realidad es que el Valencia solo ha podido sumar un punto de los últimos nueve.

Prandelli nunca ha vendido falsas expectativas y desde el primer día admitió que al equipo le faltaba mucho para ser un conjunto competitivo. El transalpino no tiene la culpa pero está obligado a cambiar la dinámica cuanto antes ya que este equipo va camino de repetir una temporada tan nefasta como la anterior. Al Valencia le falta un nueve goleador, algo que ya se sabía este verano y que se convirtió en necesidad tras la salida de Paco Alcácer. Nadie lo quiso reconocer en su momento y ahora las urgencias de la clasificación obligan a moverse con rapidez en el mercado invernal. El equipo de Prandelli es capaz de generar fútbol, ayer incluso tocó con facilidad en campo contrario en algunas fases del partido.

Rodrigo realizó uno de sus mejores partidos pese a no marcar. El hispano brasileño provocó el penalti, se desmarcó en innumerables ocasiones y presionó con notable éxito la salida de balón del rival, pero nuevamente volvió a fallar un mano a mano en el que resolvió de la peor forma posible. El tema Nani es un caso que comienza a ser preocupante. El portugués es insaciable cuando alcanza a ver portería, pero en pocas ocasiones es capaz de ver a compañeros en posiciones más propicias. Nani dispara desde cualquier posición, pero hay que reconocer que su eficacia de momento es muy discreta. Si a ello unimos a Munir, un jugador que no parece tener la confianza del técnico, se puede decir que el Valencia tiene un grave problema.

La estadística de disparos en el partido de ayer lo dice todo: 7 intentos del Celta por 13 del Valencia. Los de Prandelli no son capaces de definir sus oportunidades, pero la defensa no ofrece la contundencia necesaria. Los dos goles de ayer reflejan la indolencia, sobre todo el segundo. Este Valencia es más equilibrado que el de Ayestarán, pero la falta de efectividad en las áreas le condena a la situación actual. El parón liguero ha llegado y el Valencia flirtea con el descenso.