El día de la marmota, justo un año después

El Celta y el Valencia se enfrentaban justo hace un año, en la misma jornada 11, en una situación parecida a que el viven ahora, ¿el día de la marmota?

Samuel Subiela | 03 NOV. 2016 | 12:16

La temporada pasada, el Valencia CF visitó Balaídos con más miedo que esperanza y con una situación nada halagüeña que más bien mostraba un escenario en el que el equipo de, por aquel entonces, Nuno Espírito Santo, no podía salir bien parado. El Valencia llegaba a Balaídos después de perder contra el Atlético de Madrid dejando una imagen lamentable y de ganar, dejando la misma imagen, el derbi ante el Levante. El Celta, por aquel entonces, llegaba con buenas sensaciones, había conseguido ganar al Villarreal y a la Real Sociedad, y aunque lo cierto es que también habían perdido contra el Real Madrid por 3-1, el equipo de Berizzo estaba fuerte. De hecho, en las primeras jornadas ya había ganado al Sevilla y al Barcelona jugando realmente bien.

Sin embargo, aquel partido, saldría totalmente al revés para el equipo gallego, y sin beberlo ni comerlo, el Valencia conseguiría la que fue, la mejor victoria de la temporada pasada. 1-5 con hat-trick de Paco Alcácer, y goles de Mustafi y Parejo, que hizo un tremendo partido. Pero lejos de empezar la remontada, fue un espejismo en el desierto que acabó con Nuno Espírito Santo destituido. Ahora, Valencia y Celta viven situaciones más que parecidas a las de hace justamente un año.

El equipo de Berizzo, a pesar de empezar con dudas, ha reconducido su camino y se ha vuelto a instalar en los puestos que le corresponden. El Celta es noveno, con 14 puntos, y llega lanzando con tres partidos, de los últimos cuatro, marcando más de tres goles. Con victorias como la del FC Barcelona, Deportivo y el empate ante Las Palmas. Eso sí, como el año pasado, llega tras sufrir una derrota dolorosa, 5-0 ante el Villarreal. El Valencia CF, por su parte, llega con las mismas dudas que el año pasado, con mejor juego y más ilusión, pero sin los mismos resultados. Entonces, si tales son las similitudes, ¿por qué no pensar en otra victoria ché en Balaídos?