Buenas sensaciones pero una realidad dura

La llegada de Prandelli deja sensaciones positivas y sobre todo un equipo más equilibrado y con capacidad para competir, se ganó en Gijón y ante el Barça se pudo sumar en un partido marcado por muchos aspectos. No obstante hay que ser conscientes de la situación ya que la situación del equipo en la tabla clasificatoria es delicada.

Seis derrotas en nueve partidos, el peor inicio que se podía esperar. Existen nuevas sensaciones y parece que el equipo ha corregido ciertos desequilibrios, pero Prandelli sabe que a este Valencia le falta mucho para llegar a ser la máquina competitiva que espera. Siguen perdiéndose puntos, se encajan muchos goles y el calendario no ayuda; el Valencia debe afrontar ahora dos salidas consecutivas con la obligación de puntuar y al menos ganar en una de ellas. De lo contrario el equipo llegaría a mediados de noviembre con muchas urgencias.

2016 está siendo un año nefasto para el Valencia. Se comenzó la temporada con los mismos problemas que se acabó la anterior y ya se ha perdido un tiempo valioso para borrar el mal recuerdo de la pasada campaña. Los objetivos del equipo no están claros y definidos, pero todo pasa en primer lugar por abandonar de forma definitiva la parte baja de la tabla. Prandelli está seguro de su trabajo y sobre todo confía en sus jugadores. El grupo está unido y es consciente de que la unión y la solidaridad en entrenamientos y partidos será vital para cambiar de una vez esta situación tan comprometida.