Peter Lim, propietario del Valencia

El dueño del Valencia hace varias semanas que no se manifiesta, justo después de su intensa actividad en Singapur, pero el club no se detiene

Toni Hernández | 07 AGO. 2016 | 16:00

La figura de Peter Lim me gusta, porque genera debate y controversia, porque es un tipo que si se dejara entrevistar sería espectacular, porque tiene un cara a cara que dista mucho de una persona fría y distante, pero a falta de poder hablar en persona, toca juzgar los actos y las acciones, aunque realmente debería ser contarlos y juzgar los resultados, pero en Valencia no tenemos ni tanta paciencia ni tanta visión especial de las cosas. Somos hijos del aquí y ahora y del porque yo lo digo o yo lo mando. El sábado se presenta el equipo en Mestalla, y no tengo claro si va a estar o no, si su figura saldrá a la palestra o no (sería un puntazo que hablara, pero está claro que eso no va a pasar), pero que todo el mundo lo tendrá en su cabeza, y quizá algunos en pancartas o en su voz, de eso no me cabe duda.

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Se ha hablado mucho del viaje a Singapur de la prensa valenciana, que muchos volvieron de allí con un lavado de cerebro, y me molesta mucho que a la gente se le haga imbécil, porque algunos de los periodistas que estaban en ese viaje son primeras espadas con muchos años de cuartel que han visto de todo en el Valencia, y que cuando ven algo que no les gusta lo denuncian, aunque esta ciudad, con respecto a Peter Lim, es otro mundo.

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Se le recibió de una forma que a mi me dio vergüenza ajena, como si fuera un Dios de la antigüedad. Comulgo con muchas cosas de Lim, es público y notorio, no con todas, pero como no insulto a nadie cuenta menos, pero el día que llegó a Mestalla me pareció uno de los más tristes del historia del club, porque se dio una imagen, para mi, lamentable. Pero ese día había más de 50.000 personas vitoreando al nuevo dueño, todos se querían hacer fotos con él, era el hombre del moda. Y ahora sigue siendo el mismo tipo que con sus 194 millones de euros salvó el cuello al club y le dio al menos presente. ¿Cómo va a terminar? No tengo una bola de cristal, pero para eso en Valencia tenemos a la corte de adivinos que todo lo sabe, pero que en su vida han puesto un euro ni tenido media idea brillante para ayudar al club.

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