Hablar bien de Peter Lim ahora no es ser pelota, es tener sentido común

La labor del director de comunicación Damià Vidagany, por más palos que le quieran dar, ha sido clave para el cambio de pensamiento

Toni Hernández | 04 JUN. 2016 | 10:22

El Valencia de Peter Lim era un club llevado con desvergüenza en la distancia, por alguien que pasaba olímpicamente de él, que no venía a ver los partidos, que ponía a sus amiguetes en los puestos clave de la entidad, que no le importaba la afición, que sólo quería hacer negocio con Jorge Mendes para colocar a jugadores y ganar dinero. No podía ser que Lay Hoon no estuviera todos los días en la ciudad, que Lim no viniera casi nunca, que no hubiera más contacto con los medios y con la afición. "Por poner dinero qué se cree, ¿el dueño?", y frases similares. Ese era el mensaje de la gran mayoría de la prensa de esta ciudad, por no entrar en las burradas que algunos ex del club que están fuera dedicaban al propietario del 88%% del Valencia. Ese era el Valencia de Lim hasta hace un mes, que aunque nadie se acuerde yo si, porque yo era un pelota, un vendido y quería entrar en el club porque me empeñé en entenderlo y en explicarlo, y no en prejuzgarlo.

Me alegra que se cambie la manera de verlo, me alegra que el club haya hecho un trabajo enorme por hacerlo, me alegra que Peter Lim haya sido el primero en lograr ese cambio. Es gracioso, por no decir patético que es fin de semana, ver cómo la chaqueta de invierno ha sido guardada en el armario, bien doblada pero siempre a mano por si refresca, y la de verano se ha sacado para lucirla en todo su esplendor. Ahora somos más de Peter Lim que nadie, pero ojo, si luego no gana partidos el equipo, se vuelve a guardar la chaqueta de verano, se saca la de invierno, y al lío. Si, esto último es suposición, pero basada en el histórico de esta ciudad, no es que yo tenga manía persecutoria a nadie ni vea fantasmas donde no los hay.

Y ahí hay que reconocer la labor del director de comunicación del club, Damià Vidagany. Un puesto en el que no te llevas una alegría nunca, en el que todo lo que haces siempre está mal, en el que todo el mundo se cabrea contigo todos los días. Le pegan y le pegarán siempre, yo mismo las he tenido tiesas con él muchas veces, pero es mi amigo, y ahora entiendo su trabajo como no lo hacía cinco años atrás. Lo que conlleva, lo poco agradecido que es y lo complejo. Y queda mucho por hacer, porque esto es el Valencia, y aquí te duermes una mañana y te pasan por encima. Pero conseguir que ahora el club se vea con otros ojos, es una victoria invisible que puede dar mucho. Ah, y me importa un bledo que me digan o me dejen de decir por esto, que sea más o menos pelota por escribirlo (alguno que ha vivido de mamar toda su vida cree que todos son de su condición), pero si se hace el esfuerzo de por entender y se intenta ayudar, todo es más fácil. Deseando que empiece la temporada, y por mi parte, haciendo todo lo que esté en mi mano.