El cambio de Negredo, las risas del banquillo y lo que entendemos el fútbol y no de fútbol

Gary Neville va a ser señalado haga lo que haga, se lo gana, pero lo del cambio/no cambio de Negredo ha sido una buena excusa para todos

Toni Hernández | 09 MAR. 2016 | 10:06

Durante mis cuatro años y pico como presidente de un club de fútbol profesional, me he dado cuenta que si, que el fútbol es de los futbolistas, y no de los aficionados como debería ser, y es que los jugadores son los niños mimados de esta historia, yo lo hacía el primero, y también he comprendido porqué ese colectivo de jugadores se ríe de nosotros, de la prensa, no en sentido despectivo, alguno quizá sí, sino porque hablamos de situaciones y comportamientos que no entendemos, que no profundizamos, de los que somos ajenos, y encima lo hacemos sentando cátedra, por supuesto.

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Neville no ve la expulsión de Danilo, en un campo pasan muchas cosas que no se ven en el momento. Y para eso hay cuerpos técnicos de tanta gente. Y cuando ve que se queda con un defensa menos, y con la sangría atrás, su impulso es meter otro defensa para que no pase lo que al final pasó, el 1-3. Pero el cuerpo técnico, que para eso está, no sólo para que nos riamos diciendo cuantos son, debate, habla (si hombre, que esto es fútbol y no el Tribunal de las Aguas), y deciden que mejor arriesgar, y sale Negredo. Si, se va perdiendo, hay jaleo, gritos, cambio de decisión. ¿Y? ¿Si piensas algo ya no puedes cambiar? No defiendo a Neville, aquí somos todos mayores, intento dotar de normalidad una situación normal.

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Y luego las risas del banquillo. Somos unos cínicos, pero hasta puntos que rozan la vergüenza ajena. La campaña a favor de Negredo para que jugara era impropia, y ahora que el jugador está quemado porque no la mete ni al arco iris, que está con la ansiedad porque lo lleva escrito en la cara, cuando le dice Neville que no sale, con perdón, se acuerda de la madre de todos, ¿y ponemos el grito en el cielo? ¿Qué esperamos, un “mecachis”? Son profesionales, viven de esto, y si no juegan, y bien, no viven. Esto es una profesión, no un pasatiempo. Montar un show porque Negredo jura en arameo me parece absurdo. Ahí es cuando los jugadores nos miran como si fuéramos marcianos.

Y las risas del banquillo. Las de Enzo y alguno más. Supongo que muchos de los que han clamado contra el argentino, si les da una entrevista, le harán una sesión de baño y masaje que rondará la pornografía, pero esta semana le han dado bien por reírse en un banquillo. Por supuesto, cuando un jefe nuestro pega una bronca a un compañero en el trabajo, o le deja en una situación incómoda, todos nosotros, que somos ciudadanos de primera, no nos reímos, estamos serios y serenos. Ya. El problema es que se pierde, que estamos todos de los nervios, y que se necesitan una vía de escape para soltar adrenalina. Y ahí, el futbolista, se vuelve a reír de nosotros.

Si le preguntas a cualquier entrenador profesional del mundo, a cualquiera, te diría que no quiere a nadie en los entrenamientos, como pasa en Inglaterra, Alemania o en el Madrid y Barcelona, y no veo a nadie quejarse. Y lo siguiente que pedirían es que no hubiera cámaras enfocando a un banquillo. A la prensa nos viene de narices, pero al fútbol no, y al aficionado lo pone cardiaco. Ah, NO JUSTIFICO NI EL CAMBIO/NO CAMBIO NI LAS RISAS, que luego pasa lo que pasa.