La política deportiva de cantera del Valencia
Carlos Soler, en particular, y el futuro de varios jugadores en general, la prueba para ver cuál es la política real de cantera del clubSo
La política de cantera de un club, y más si es el Valencia, es uno de los temas más espinosos, complicados y escabrosos que hay en el fútbol, porque hay que contentar a padres, niños que quieren ser jugadores pero no lo son aún, agentes que muchas veces parece que tengan balones de oro y no proyectos de futbolistas, y como estamos hablando de un equipo mediático como lo es el Valencia, de las reacciones del entorno, de toda la caterva de sabios del tres al cuarto que no se han enfrentado en su puñetera vida a un padre, a un niño, a tener que decirle "no vales", o que te diga "dame el oro y el moro o me voy al mejor postor", quizá después de años de invertir en su formación futbolística y personal.
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Quizá este artículo no se entienda, o quizá sólo lo haga esa enorme cantidad de gente para la que el fútbol formativo es la vida, su vida. Los que entienden de niños, de padres, de madres, y hasta de jugadores. Apostar por un crío siempre debe ser recíproco, la apuesta debe ser en las dos direcciones. El club por él y él por el club. Es complicado explicar que muchos de ellos sólo piden un proyecto deportivo, con dinero de por medio claro, pero primando el que un día se tenga la opción de poder llegar al primer equipo. Es complicado explicarle a un agente, o a unos padres, que quizá los dos euros de hoy sean muchos miles mañana si completa la formación, si sigue los pasos lógicos, si no corre más de lo que toca. Es curioso que gente que no ha tenido esas experiencias en su vida se atreva a decir cómo deben ser las cosas.
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No conozco demasiado a José Ramón Alesanco. He hablado con él una vez en mi vida, largo y tendido eso sí, aunque de eso se enteró toda la ciudad. De esa charla pude sacar muchas conclusiones, pero quizá la más importante es que sabe lo que se hace, sabe qué terreno pisa, que no es infalible, que se va a equivocar, por supuesto y como todos, pero tiene muy claro cual es su oficio, cómo debe llevarlo a cabo. Si me preguntan diré que no era el hombre que yo hubiera escogido, pero que desde luego no es una mala elección, aunque su llegada tuviera que ver con Mendes y Laporta. Si uno es bueno, cómo venga me da lo mismo.
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Los medios de comunicación hablando de política deportiva de cantera somos un peligro, porque debemos tener en cuenta que nunca hemos tenido estas experiencias, que no sabemos qué es trazar esa hoja de ruta, todos los condicionante que se tienen en cuenta para decidir apostar, o no, por un chaval. Sabemos hablar de la nueva joya, del nuevo Vicente, y cosas por el estilo. Y de armar ruido por no renovar a un crío, o callarnos por hacerlo. Y pongo un ejemplo para ilustrarlo: cuando el Valencia se quitó de encima a Isco por 6 millones de euros, hubo quien aplaudió. Cuando lo ficho el Madrid, ese mismo alguien se tiraba de los pelos. ¿Que Carlos Soler o Zahibo acaban contrato? Muy bien, que el club hable con sus padres, con sus agentes, con ellos. Que el Valencia tenga claro cuáles serán los pasos a seguir en sus carreras. ¿Que lo quiere el Barça o el Madrid? Pues bien, quizá lo quieran de verdad, quizá les hayan ofrecido sus agentes, quizá un poco de todo. Con los mayores también debería ser así, pero con niños, dejemos trabajar a los profesionales, que saben mucho más que nosotros.
Ah, y servidor sí tiene la experiencia de tratar con chavales y padres. Cuatro años increíbles. Y jamás se me ocurriría juzgar una política deportiva ante un profesional, porque conozco demasiado bien lo difícil que es trabajar así.