El capitán del Valencia, el capitán de un equipo de un fútbol, es cosa seria, poca broma

Gary Neville quitó el brazalete a Dani Parejo y se lo dio a Paco Alcácer, y se ha generado un debate, otro, en torno a algo que quizá no debería

Toni Hernández | 22 ENE. 2016 | 07:36

Cuando en un equipo de fútbol se elige al capitán, es algo mucho más importante que darle un brazalete para que se haga la foto con el capitán del equipo contrario y el árbitro antes de cada partido, porque esa función es la un líder, la de un tipo en el que sus compañeros se fijan y respetan, alguien que es un ejemplo dentro y fuera del campo, alguien que siente la camiseta que lleva puesta y es profesional hasta en los más mínimos detalles, porque un capitán es muchas cosas. Ni estoy diciendo que Dani Parejo no sea todo esto, ni que Paco Alcácer sea un capitán de manual (aunque tiene todas las condiciones), porque no he puesto a uno ni a otro.

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Gary Neville dijo al acabar el partido contra la UD Las Palmas que explicaría el tema del cambio con detalle este fin de semana, y nada, esperaremos pacientemente que el técnico inglés lo haga, aunque quizá costará entenderle, ya que en el fútbol del que viene, el capitán es una figura mucho más importante que aquí en España, mucho más. Aún recuerdo estampas con Miguel Brito y el brazalete que perturban cualquier sueño ligero, y eso habla bien a las clara que aquí, esto, no nos lo tomamos igual.

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Dani Parejo es un tipo especial, que quizá ni le guste ser capitán, quizá no tenga madera para ello. Para ser capitán hay que tener, como he dicho antes, muchas cosas, y no todos las tienen. Se va a enfadar conmigo, pero recuerdo cuando Héctor Núñez, por votación, quitó la capitanía del Valencia a Fernando Gómez en favor de Lubo Penev, y Ferche, lejos de morir por ese brazalete, lo cedió sin lucha. Lubo era otro “crack”, pero tenía madera de líder.

No sé qué explicaciones dará Neville respecto a esto, pero él mismo le ha dado una intriga que a mi me genera curiosidad, y entiendo que a todo el entorno lo mismo, aunque la cosa no está para frivolidades, por muy importante que sea quien ejerza de capitán del equipo. Que ahí, ni más ni menos, es donde radica la base de todo. Llevar el brazalete puede ser simbólico, pero ahora mismo el equipo necesita líderes que le echen un par al tema, que pongan el colectivo por encima de ellos, y como se dice, tiran del carro. Esta semana se retiraba Carlos Marchena del fútbol, donde hay un buen espejo para poder mirarse y aprender, y encima en clave valencianianista.