Ryan, futbolista del año en Australia

El jugador australiano del Valencia CF, Matt Ryan, ha obtenido los dos máximos galardones a los que un “socceroo” puede optar

José Luis González | 17 DIC. 2015 | 13:09

Matt Ryan, futbolista del año en Australia. El guardameta nacido en Plumpton, Australia. Que firmó el pasado verano con la entidad “ché” procedente del Club Brugge KV, se ha convertido en el futbolista del año para la asociación de futbolistas profesionales de su país, recibiendo además el galardón conocido como la medalla Harry Kewell, por la temporada 13/14, lo que significa que ha sido el jugador menor de 23 años más destacado del país.

La entrega de estos dos galardones premia las grandes campañas que realizó el jugador en su anterior etapa como futbolista, en la que defendió en 102 ocasiones la elástica del Brujas, jugando únicamente dos temporadas en el club belga, con un registro de 37 partidos sin recibir gol. Su etapa en el Valencia CF no comenzó como el jugador esperaba. Las lesiones y el grandísimo rendimiento de su compañero Jaume Domènech, han hecho que sus apariciones sean contadas, solamente ha participado en seis ocasiones en esta temporada, dos de ellas en partidos clave como la previa de la UEFA Champions League ante el AS Mónaco. Cierto es que el joven guardameta australiano ha rendido a un buen nivel en los pocos minutos que ha podido disfrutar consolidándose así como una alternativa fiable en los planes del nuevo entrenador del Valencia CF, Gary Neville.

Su anterior equipo, el Club Brugge KV, podría haberse interesado de nuevo en el futbolista australiano, ya que pronto volverá a estar Diego Alves con el grupo, recuperado casi al 100% de su larga lesión, hecho que haría que las apariciones de Ryan fuesen menores y por tanto sus opciones de triunfar en el club valenciano se reducirían. El jugador podría salir en calidad de cedido, poniendo rumbo a Bélgica para volver a defender los colores del equipo de la capital de la provincia de Flandes. Allí volvería a contar con minutos y podría volver a demostrar su mejor nivel, pudiendo optar de nuevo a convertirse en el mejor jugador de su país.