La píldora del día después

Cuando te llevas una bofetada futbolística grande, por mucho que el Valencia se la haya ganado a pulso con una Champions League mediocre, la noche de autos suele ser larga y caliente, y el grama drama viene a la mañana siguiente, con la sensación de vacío, de amargura, con una carga de conciencia que no te deja ni levantar de la cama, y con el cabreo frío que es mucho peor que el que tenías una horas antes. Hay que tomarse la píldora del día después… de una derrota dura.

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Y esa píldora te la tienen que dar, no la puedes comprar en una farmacia. Debe ir con recete, y el médico no es otro que el que ha causado el mal, el Valencia. Más en concreto la única persona que puede ahora mismo devolver la ilusión perdida a una gente que hace apenas 6 meses estaba loca con su equipo, que volvía a la Champions, y que hoy ve, que en un grupo para llorar, está fuera de la competición fetiche.

Un verano duro, con polémicas, con la salida de Salvo, la de Rufete, fichajes de más o menos entidad, refuerzos en puestos que no llegaban y otros que serían susceptibles de debate. Un exceso, lógico y muy nuestro, de euforia deportiva porque hacía falta después de unos años vagando por la nada. Demasiadas cosas, en demasiado poco tiempo, y eso pasa una factura que tiene una IVA carísimo con esta patada en el trasero que se le ha dado al club en la Champions.

Peter Lim, y seguiremos insistiendo porque no queda otra, espero que no haya dormido, que esté con dolor de cabeza, y que ya haya gastado la primera batería del móvil antes de desayunar. Él y no otro es el que debe darle al valencianismo la píldora del día después, él y nadie más. Porque él y sus actos son los que pusieron la ilusión en todo lo alto, y ahora tocar seguir creciendo, porque a esa Copa de Europa hay que volver pero ya.

No sé lo que debe hacer, y no soy tan osado de aconsejar a nadie sobre ello, que bastantes genios y adivinos ando sufriendo yo en otros frentes, pero está claro que el golpe de efecto debe ser fuerte e inmediato. Sinceramente, por el rabillo del ojo, verá sufrir a todos aquellos que dicen que tener información de fuentes cercanas Lim para montarse peras mentales sobre esto u otro jugador. Mucha estrella bestial, que hay que vender. Sólo recordarles que el entrenador del Valencia es Gary Neville, que no salía ni en la quiniela de su señora madre. Es decir, información de la verdad, y no de la que si luego no es verdad, citamos a las presuntas fuentes, y arreando.

Peter, preparar la receta. Hay varios cientos de miles de pacientes esperando tomarse esa píldora.