Sólo un gol ilegal impide la victoria del nuevo Valencia (1-1)

El Valencia CF reacciona después de la destitución de Nuno Espirito Santo y ofrece la mejor imagen de la temporada empatando contra el Barcelona

Nacho Ballester | 05 DIC. 2015 | 22:22

Actitud. Eso que tanto se echaba de menos en el inicio de temporada es la mejor palabra para definir lo que se vio en Mestalla. La afición valencianista disfrutó con unos jugadores que se entregaron como nunca lo habían hecho en este curso, presionando arriba siempre que pudieron, yendo al suelo cuando era necesario y aplicando una intensidad desconocida hasta el momento. Un equipo totalmente diferente, renovado por el cambio de una única pieza, la del entrenador. Sin Nuno Espirito Santo, el Valencia CF volvió a ser un equipo. El empate 1-1 es incluso un premio injusto para lo visto en Mestalla.

Cierto es que el Barcelona tuvo más posesión de balón. Cierto es que los azulgrana disfrutaron de más ocasiones. Igual de cierto es que, siendo objetivos, los de Luis Enrique merecieron marcharse con ventaja al descanso. Pero el Valencia dio motivos de sobra a su afición para que esta estuviera satisfecha de su equipo durante el entretiempo. Los jugadores comenzaron con una presión muy adelantada, con un Gayá hiperactivo, y Parejo recuperando el rol que tuvo durante la etapa de Valverde. El Barcelona acabó encerrando al Valencia en su área durante varias fases, pero las paradas de Jaume y la entrega de Abdennour y Santos evitaron que el marcador se moviera durante el primer tiempo.

En la segunda mitad, se mantuvo el guión del partido. Aunque la suerte que le faltó al Barcelona en el primer tiempo le sobró en la reanudación. Luis Suárez marcó en fuera de juego para adelantar a los azulgrana. El Valencia, que acostumbraba a hundirse cada vez que encajaba un gol, mantuvo el tipo. Y no solo lo mantuvo, sino que creyó cada vez más en que la remontada era posible.

Voro supo mover bien los cambios para mantener vivo al equipo físicamente y faltando cinco minutos para el final, Santi Mina marcó el empate, tras una excepcional dejada de Paco Alcácer. Los últimos minutos fueron de una intensidad brutal, con los dos equipos luchando por la victoria sin tregua, hasta que Jaime Latre decretó el final del encuentro. El empate y, sobre todo, las sensaciones ratifican la reacción del Valencia. Hay equipo, señores.