El día que el Mestalla le ganó al Real Madrid

Se cumplen 50 años de la victoria del filial valencianista ante el Real Madrid en la Copa del Generalísimo. Un encuentro absolutamente histórico

Jose Hernández | 25 ABR. 2015 | 09:30

Se han cumplido 50 años de un partido histórico para el Mestalla, filial del Valencia CF. Hace cinco décadas logró ganar al Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Generalísimo, un encuentro absolutamente irrepetible que hoy recordamos con motivo de la efeméride.


Actualmente no podría suceder algo parecido ya que los equipos filiales no disputan la Copa del Rey. Hechos tan singulares como que el Castilla lograra jugar la final del torneo en 1980, o eliminatorias entre el Mestalla y el Real Madrid no podrían repetirse. El 24 de abril de 1965 el Real Madrid jugó en el estadio del Valencia, aunque no lo hizo para medirse al primer equipo sino a su filial, el Mestalla. Había terminado la liga 1964-65 y el Real Madrid acababa de ganar el torneo cuando el sorteo de copa le emparejó con el CD.Mestalla. La noticia fue acogida con gran satisfacción en el entorno del filial, y es que la temporada anterior se habían despedido del torneo copero enfrentándose precisamente al Valencia, en una eliminatoria que no tuvo color y que constituyó un simple entrenamiento para el equipo senior.

El que fuera gran jugador del Valencia, Carlos Iturraspe, era el entrenador del Mestalla cuando los Puskas, Pirri, Santamaría o el recientemente fallecido Betancort llegaron a la ciudad del Túria. El Real Madrid aceptó cambiar el orden de partidos de la eliminatoria para que el Mestalla tuviera la oportunidad de conseguir una recaudación mejor. A las 22:30 del sábado 24 de abril de 1965, el estadio valencianista reunió a casi 40.000 personas para presenciar un histórico encuentro entre el CD.Mestalla y el Real Madrid. Por el cuadro local jugaron: Valero, Escudero, Domenech, Verdú, Esteve, Sendra, Fuentes, Terol, Jaime, Egea y Muñoz, mientras que el Madrid presentó a Betancort, Vicente Miera, Santamaría, Sanchis, Felo, Zoco, Serena, Felix Ruiz, Pirri, Grosso y Puskas.

La intención del equipo valenciano no era otra que presentar batalla al que en ese momento era el mejor equipo del país, y es que como afirmó el legendario Vicente Peris a la prensa: "cualquier equipo extranjero hubiera pagado millones por enfrentarse al Real Madrid ahora, y al Mestalla le ha correspondido hacerlo en la copa". Pero lo cierto es que los blancos, pese a que presentaron un buen equipo, llegaron con algunas bajas y bastante relajados, de hecho nada más poner pie en Valencia el día anterior, acudieron al cine a pasar la tarde. Esta falta de tensión les perjudicó sobre el terreno de juego, ya que el Mestalla jugó el partido de su vida. No lo tuvieron nada fácil los jóvenes discípulos de Iturraspe, e incluso contaron con un colegiado, el señor López Zaballa, que tuvo una actuación floja y como rezan casi todas las crónicas, bastante condescendiente con el Madrid.

A los 23 minutos Fernando Serena adelantó al Real Madrid tras una excelente pared con el húngaro Puskas. López Zaballa anuló el tanto, pero tras consultar con su asistente decidió dar validez a la jugada ante el considerable enfado de la grada. Pero el Mestalla estaba dispuesto a quemar todos sus cartuchos e iba a regalar una segunda parte antológica. A los cuatro minutos de la reanudación los valencianos empataron gracias a un remate de cabeza de Muñoz Cerdá, un auténtico puñal de 19 años que hacía suya la banda izquierda y llegaría poco después al primer equipo; el Gayà de la época. Pero el verdadero héroe de aquel encuentro fue José Fuentes Gómez, quien tras driblar a Santamaría consiguió batir a Betancort y logró el gol de la victoria para el Mestalla. Tanta fue la euforia en torno a este jugador, que pocos días después debutó con el primer equipo en un amistoso ante el Sheffield Wednesday en el que volvió a marcar. Posteriormente no tendría suerte, pero aquella noche de abril de 1965 fue el héroe. El Mestalla logró aguantar el resultado y terminó venciendo.

Fue un resultado histórico en un partido que Miguel Muñoz resumió así: "Todo el Mestalla ha jugado muy bien,con un entusiasmo extraordinario, como si estuviera disputando la final del campeonato del mundo". Por su parte Iturraspe agradeció a sus jugadores y al público presente la oportunidad de haber podido dirigir un partido histórico, pero ante la pregunta de si el equipo tendría alguna posibilidad de aguantar el resultado en Madrid la respuesta fue clara: "Es un obstáculo casi insalvable", y así fue. En el partido de vuelta el Real Madrid incluyó alguna novedad como la de Gento, recogió el trofeo de campeón de liga antes del partido y posteriormente goleó por seis goles a cero al Mestalla. No fue una sorpresa y a nadie le decepcionó la goleada en contra. El camino del Real Madrid sería muy corto ya que en la siguiente eliminatoria cayó ante el Atlético de Madrid, pero para el entrañable CD Mestalla la noticia fue el triunfo ante el Real Madrid. Quizá no fue su momento más cumbre (reservado al ascenso a primera división en la temporada 1951-52 y que no se consumó para no perder su condición de equipo dependiente del Valencia Club de Fútbol), pero sin duda aquella victoria ante el Real Madrid de los ye-yé es la más grande de su historia. Cinco décadas después es justo recordarlo.