Dolorosa derrota del Valencia Basket

Al final hasta aquí llegó Valencia Basket. Un domingo soleado, a las 14:00 del mediodía, se certificó la derrota del conjunto valenciano en tierras aragonesas. El CAI Zaragoza venció 95-89 y la verdad, mereció imponerse en el partido de hoy. En los 4 cuartos el Valencia Basket terminaba por detrás del CAI, entre otras cosas debido al excelente acierto desde la línea de tres puntos del equipo local.

Sin desmerecer la victoria del rival, debería ser justo señalar que las lesiones en el equipo taronja son cada vez más abultadas e imprevisibles. Sin Aguilar ni Lucic ni tampoco Lishchuk, para el encuentro de hoy Rafa Martínez causó baja por una contractura en la espalda.

El primer cuarto fue igualado durante los primeros 8 minutos del mismo. A cada golpe en la pintura de Shermadini, lo contestaba Lavrinovic secundado por Bojan Dubljevic que quizás acusó el cansancio del partido contra Unics donde rindió a un altísimo nivel.

A todas estas dificultades, se añadiría otra que comienza a ser tónica general, y no gusta al aficionado valenciano; Justin Doellman encestó sus primeros puntos al final del primer cuarto, pero de poco sirvió el intento de reacción pues finalizó con resultado favorable para CAI Zaragoza (22-14).

Hemos pasado de ser un equipo arrollador en ataque con suma facilidad para el tiro, a un equipo que le cuesta encontrar jugadores abiertos, y cuando lo hacen la mayoría de las veces fallan el lanzamiento. Esto lo aprovechó el rival en el día de hoy, que vio como Valencia Basket llevaba un horroroso 0 de 9 en tiros de tres. Fue conocer la estadística y llegar tres triples seguidos de los chicos de Perasovic (2 de Lafayette y 1 de Doellman). Llegaron a empatar los nuestros (28-28), aunque de nuevo Pere Tomas y Shermadini (la amenaza interior del Zaragoza) certificaron un parcial de 12-1 para ponerse +10 en el marcador (40-30).

Tras el descanso (44-38), se agradeció enormemente la aparición en ataque de Pau Ribas (ante tanta lesión el catalán debe asumir el papel de referencia ofensiva, y llevar el peso del partido), que con 4 puntos seguidos y un par de bonitas asistencias volvía a poner a los suyos a 2 puntos de desventaja.

Ataques más pacientes y efectivos llevaron al Valencia 62-61, destacando la labor de Pau Ribas una vez más como revulsivo. A cada punto que metían los nuestros el CAI aumentaba la presión en toda la pista; quizás fuese la clave para que el último cuarto comenzara con 67-61 para los locales. La mentalidad en los 10 minutos finales era muy clara, ante el desgaste físico acumulado, defender fuertes, apurar las posesiones y buscar siempre un tiro sin oposición para encestar tiros seguros. Con esas premisas (y con 2 triples de Van Rossom y Sato) los visitantes empataban el partido a 69. El equipo de Jose Luis Abós cayó en gracia los últimos 7 minutos y lo anotaron todo, hasta un triple inverosímil de Pere Tomas que nos alejaba en el electrónico (84-71).

El aroma a derrota parecía hacer acto de presencia en el Príncipe Felipe de Zaragoza, aunque lejos de ser verdad el orgullo de los valencianos no permitía ni un respiro a pesar del marcador. Consiguieron acercarse a 6 puntos con un minuto por delante (88-82), incluso a un punto se pusieron los taronja tras 2+1 de Doellman, pero de nuevo falló Valencia Basket a la hora de cerrar el partido. Lo que ocurrió el pasado martes volvió a repetirse, dejándose llevar cuando más concentración requería tener. Lafayette falló el triple del empate (92-89), y el CAI tan solo tuvo que encestar sus tiros libres para poner el definitivo 95-89. Dolorosa derrota y más aún tras venir precedida por otra muy similar en Europa. Da la sensación últimamente que los taronja no están finos en los minutos finales, cuando sobre todo hay que presumir de templanza en el juego. Se acabó la racha de 8 victoria consecutivas como visitante, en un choque donde el mejor fue Pau Ribas con 23 puntos y 34 de valoración; aún así, siguen siendo segundos en la clasificación.