Derrota dolorosa ante Unics Kazan

Partido muy disputado con resultado favorable para el equipo local (73-76). Goudelock y Dubljevic los más destacados del encuentro.

Daniel Pardo | 18 FEB. 2014 | 23:29

Por tres acabó perdiendo Valencia Basket en La Fonteta de Sant Lluis ante el Unics Kazan ruso. Por momentos se creyó firmemente en que se podía llegar a los +7 puntos de diferencia, y así de paso evitar al todopoderoso Khimki; no pudo ser y los valencianos jugarán el 4-5 de Marzo la ida en casa, para viajar a Jimki la vuelta entre el 11 y 12 de Marzo.

Comenzó el equipo de Velimir Perasovic muy blando en defensa encajando un parcial inicial de 0-7. Rafa rompió la racha con un par de tiros en suspensión, aunque no fue suficiente para detener la estampida del Unics (7-20). Costaba anotar y más todavía costaba defender a Goudelock, el ex jugador de Los Ángeles Lakers es tres cuartas partes del equipo visitante, así lo refleja su anotación final (25 puntos).

El base americano hizo y deshizo lo que quiso en la pista; es cierto que cuando el estaba en cancha su equipo anotaba menos que Valencia Basket (todos los lanzamientos corrían por su cuenta), pero también es cierto que los puntos que encestaba eran más que espectaculares, con bandejas y tiros con oposición de una plasticidad digna de mencionarse. Pero no le tiremos tantas flores al número 30 de Unics Kazan que en el segundo cuarto (inicio 15-31 para los rusos) vio como Lafayette desde fuera y Bojan Dubljevic desde dentro recortaban distancias a los suyos. El excesivo protagonismo del norteamericano benefició a Valencia Basket que mejoró en defensa, forzando 2+1 a Goudelock, a partir de ahí los triples comenzaron a entrar y Van Rossom junto con Rafa nos pusieron a sólo 8 puntos de diferencia (se llegó a perder de 21).

El tercer cuarto empezó siendo de Unics (40-48). Para los que siguen con cierta asiduidad al equipo taronja, habrán observado que hasta el descanso no se ha mencionado todavía Justin Doellman, la estrella local, y eso ocurre porque hasta entonces había pasado sin pena ni gloria por el parqué de La Fonteta. Muy discreto su partido, quizás con más desaciertos de lo que nos tiene acostumbrados. Esta situación motivó el ascenso de Romain Sato a los momentos decisivos del choque; cada ataque del Valencia Basket en el tercer cuarto pasaba por sus manos, ya fuese por tiros donde ni un autobús podía distraerle, o con rebotes en ataque vitales para no acabar ahogándose el equipo a final del partido. Entre el centroafricano y Dubljevic (se está coronando como el sucesor de Doellman en el apartado de liderazgo) pusieron las tablas (61-61) con 10 minutos por disputarse. Siete necesitaba Valencia Basket para ser primero de grupo, y el impulso que llevaban en ataque presagiaba una nueva hazaña en Europa.

Lástima que no acabara como se deseaba. Los chicos de Peras se adelantaron por 3 veces en el electrónico (llegando a estar a 4 puntos de la machada), pero se vieron tan cerca de la conquista, que acabaron siendo conquistados. Los nervios jugaron una mala pasada en Van Rossom y Doellman con sendas posesiones desaprovechadas cuando los locales se podían poner +5 arriba (67-64).

Retomando el tema, quién no se puso nervioso fue Goudelock, que siguió encestando puntos casi imposibles hasta desarmar anímicamente a los valencianos. 73-76 acabó siendo la cifra que resaltaba en lo alto de La Fonteta, y una afición entregada viendo como un triple del que casi siempre la clava (Oliver Lafayette) a dos segundos del final pudo forzar la prórroga. Esta vez no entró y Valencia Basket deberá verse las caras con el temido Khimki ruso, que no ha perdido en este Last32 (5-0) y presume tener el mejor porcentaje +/- de la competición con 84 (para que se hagan una idea, Valencia Basket arrolla en ataque y defiende muy bien, y es segundo con 69).

Háganse a la idea de que el próximo partido en La Fonteta en Europa será un partido de Euroliga por el nivel del choque, aunque sobre el papel sea de Eurocup. Se puede creer en este equipo, ya lo han demostrado otras veces.