Baba ya golea con el Levante (1-3)

El conjunto granota se impuso al conquense

Redactor Jefe | 06 SEPT. 2013 | 00:01

Quizás no haya partidos amistosos que valga para los delanteros. Acostumbrados a ganarse los cuartos en las cercanías de la meta contraria, a buscar el aroma embriagador que emana del gol y a sentir que su cotización fluye en función de la calidad de su acierto rematador, ese componente lúdico que acompaña a los encuentros de preparación queda en un segundo plano cuando el colegiado señala el inicio del duelo, el balón echa a correr sobre el césped y los veintidós jugadores anclan sus piernas sobre la geografía del campo en función de sus posicionamientos. Baba y Barral confirman esta hipótesis.

Los atacantes azulgranas se tomaron la cita con una seriedad extrema. En sus mentes se dibuja la portería contrataría y se lanzan en furibundo ataque hacia ella desde el primer suspiro. Y no se trata de un mero formulismo; en apenas veinte minutos el Levante emergía con decisión en el marcador del coqueto estadio de La Fuensanta merced a las dos dianas conseguidas por el atacante senegalés cedido por el Sevilla, coincidiendo con la apertura de la competición liguera. Baba y David solventaron un enfrentamiento con reminiscencias para la memoria de Joaquín Caparrós. En cierto modo, para el técnico azulgrana su carrera como preparador empezó a cincelarse en la ciudad de las casas colgantes como entrenador del San José Obrero. La grada del feudo castellano coreó su nombre. Su recuerdo es gigante como se pudo comprobar.

No tardó en exceso el Levante en imponer su autoridad sobre el pasto. El partido estaba todavía en maitines cuando Baba se elevó en el interior del área local para convertir en gol un perfecto servicio desde el costado derecho procedente de las botas de Pedro. En ese sentido, fue una diana que, en su génesis y finalización, va ligada a la ortodoxia que marca el fútbol. El lateral recorrió la banda para conectar con el ariete. El cabezazo de Baba fue inapelable. Un tanto que nació en la noche de los tiempos. Sin tiempo para degustar el gol rasgó a la defensa del Conquense, para colarse entre líneas, y batir al arquero local con un ajustado tiro cruzado. Los goles confirman su condición poliédrica como dominador del juego aéreo y ante esa capacidad que exhibió para fabricarse espacios y concretarlos tras entrar en contacto con el cuero. Parece obvio que el atacante concitó la atención en la fase inicial de la confrontación. En ese sentido, el enfrentamiento ante el Conquense estaba diseñado para él, pero también para Gomis y para Nong.

Su conversión en jugadores granotas en fecha muy tardía y el trabajo extra de preparación para adecuar su condición física a la del resto del bloque aconsejaba el partido. Los tres futbolistas estrenaron su currículum con el Levante. Gomis amalgamó con Pape en la medular en el capítulo primero mientras que Nong cayó a la banda izquierda, si bien pasó por otros espacios del campo. Caparrós incluyó en la alineación a jugadores con menos oportunidades en la competición liguera.

El duelo permitía algún tipo de licencias como ajustar un eje de la zaga con Juanfran y Navarro, con Pedro por el lateral derecho y Nikos por el flanco zurdo, o situar a Barral como interior derecho en los albores de la reanudación de la cita. De regreso a la vanguardia, el atacante aprovechó un sideral pase en profundidad de Sergio para plantarse ante la meta del Conquense. Barral acabó en el suelo con el árbitro dirigiéndose al punto de penalti. Barral no erró desde los once metros. Con el partido resuelto llegó el gol de Rangel celebrado por la grada de La Fuensanta.