David Albelda, toda una vida en el Valencia CF

David Albelda no renovará su contrato como jugador del Valencia 15 años después de su debut en primera división. Con su salida termina un ciclo, ya que todos los jugadores que formaban parte de la entidad cuando ganó su última liga abandonaron el club.

Albelda se enfundó por primera vez la camiseta del primer equipo del Valencia en marzo de 1998 en el estadio de La Romareda. Aquel era un Valencia lanzado, en plena recuperación tras la transición vivida en el banquillo entre Jorge Valdano y Claudio Ranieri. Su aparición fue circunstancial y casi anecdótica ya que el centrocampista de la Pobla Llarga había sufrido una dura lesión que le mantuvo al margen del equipo en aquella primera campaña.

Tuvo que salir en busca de minutos hacia Villarreal, donde ya había jugado cedido dos temporadas antes. La campaña 1998-99 fue realmente la de su bautismo en primera división, porque de la mano de José Antonio Irulegui pudo disfrutar de una continuidad que más tarde le sirvió para ganarse un lugar de privilegio en su retorno a la entidad "Ché". En Villarreal compartió vestuario con su amigo Andrés Palop, con el veterano Roberto Fernández y también con jugadores de la talla de Gica Craioveanu o Moisés García León.

Las dos únicas ocasiones en las que Albelda se enfrentó al Valencia en primera división llegaron durante el transcurso de aquellos días: una derrota en Mestalla y una victoria en El Madrigal fue el bagaje de dos encuentros que marcarían la memoria del futbolista. Del joven Albelda se recuerda su habilidad para el marcaje y la poca experiencia a la hora de controlar su carácter. El futbolista brasileño del Atlético de Madrid Juninho fue su primer gran rival en un campo de primera división; protagonizaron varias disputas que llegaron al plano personal y crearon el perfil de jugador duro y de brega que marcaría la carrera de Albelda. Su primera expulsión llegó en un encuentro muy caliente frente al Espanyol.

El Villarreal descendió pero el jugador completó su viaje de regreso al Valencia; ya no se movería del club en los siguientes 14 años. En su primera temporada fue parte del brillante equipo que logró la clasificación para la final de la liga de campeones. Albelda disputó 21 encuentros de liga y ganó su primer título, la Supercopa de España.

Cada vez adoptaría un rol más importante en el equipo, pero si un partido marcó su trayectoria posterior fue el disputado el 25 de agosto de 2001 ante el Real Madrid. Aquel día debutaba Zinedine Zidane en el campeonato de liga, y las malas relaciones entre la afición valencianista y el equipo blanco quedarían de manifiesto en el recibimiento que la parroquia blanquinegra dispensó a los hombres de Vicente del Bosque. La presión ambiental influyó en la victoria del Valencia y por supuesto, también fue clave el marcaje que David Albelda ejerció sobre el ídolo "Zizou". Un encuentro al borde del reglamento en el que el jugador valenciano rozó la violencia para unos y dio una auténtica lección de trabajo y entrega para otros; en cualquier caso la actuación no pasó desapercibida para nadie, ni para el propio Zidane que más tarde ha recordado la dificultad de aquel partido.

Para bien o para mal el encuentro cambió el camino de Albelda, ya que a partir de ese momento se convirtió en eje fundamental del equipo de Rafael Benítez que en poco tiempo se proclamaría campeón. Junto a Rubén Baraja formó una de las mejores parejas de centrocampistas de todo el fútbol europeo, pero también tuvo que soportar el peso de una coacción mediática exterior que en ocasiones fue injusta con su rendimiento. Albelda ya no era aquel jugador de la cantera que soñaba con lograr un puesto en el equipo de sus sueños, sino que se había convertido en un puntal del mejor Valencia y en miembro importante de la selección española.

José Antonio Camacho le hizo debutar con España unos días después de aquel famoso marcaje a Zidane, y en menos de un año formaría parte de la expedición que participaría en la Copa del Mundo. No sería el primer gran campeonato para él a nivel internacional, ya que antes participó en torneos pertenecientes a las categorías inferiores y formó parte del brillante equipo que en el año 2000 logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney. Junto a Xavi, Puyol, Angulo o Capdevila, consiguió un poco valorado subcampeonato olímpico que no pudo convertirse en oro debido al infortunio de la tanda de penaltis.

Los penaltis no le permitirían ser campeón de Europa en 2001 en aquella final ante el Bayern, pero sin embargo sí que pudo celebrar el campeonato de liga 2001-02 y el doblete de 2003-04; el destino le había permitido jugar un papel muy importante en una época legendaria de triunfos.

Albelda fue comparado durante su carrera con el gran "Tonico" Puchades. Su condición de jugador internacional y la posición ocupada en el campo le hizo merecedor de tal elogio. Lo cierto es que una de las particularidades que los dos reunían fue su poca capacidad para hacer gol. De David Albelda se recordarán sus escarceos con la portería contraria porque casi siempre llegaron como lanzamientos lejanos, potentes y atronadores, que cuando lograban llegar a la red lo hacían entre movimiento de pañuelos. Su duro disparo le permitió marcar bonitos tantos en el Sánchez Pizjuán, en Mestalla ante el Legia de Varsovia o en liga frente al Racing, pero siempre fueron anécdota en una trayectoria que no tuvo demasiada implicación con la portería contraria.

Su época más negra tuvo lugar con la llegada de Ronald Koeman y su exclusión del equipo. Tuvo que vivir el título de copa 2007-08 lejos de los terrenos de juego, un hecho que también le alejó de la Eurocopa de Austria y Suiza. Cuando todo apuntaba a que jamás volvería a vestir la camiseta del Valencia la situación dio un giro vertiginoso, y más tarde volvió a convertirse en un jugador útil para el equipo debido a sus peculiares características; para el Valencia siempre fue difícil encontrar un jugador de su perfil a bajo coste.

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Su adiós llega con su declive físico. El David Albelda visto en los últimos tiempos poco tiene que ver con el jugador explosivo e incansable que logró encandilar a la grada de Mestalla. Se va un histórico del club, la última leyenda del gran Valencia campeón.