El Valencia renuncia al balón y se queda con los puntos (2-0)

Soldado y Valdez anotan los goles ches

Francisco Ortí | 04 NOV. 2012 | 00:05

El Valencia ha ganado al Atlético de Madrid 2-0 en Mestalla en la Jornada 10 de la Liga BBVA y coge aire para buscar la reacción después de protagonizar un inicio de temporada que estaba siendo muy preocupante.

Juega tú que yo te gano. Eso fue lo que le dijo el Valencia al Atlético de Madrid en una declaración de intenciones que llevó a los valencianistas a sumar una victoria con aroma a reacción. En el corto periodo de tiempo en el que Mauricio Pellegrino ha estado sentado en el banquillo del Valencia le ha dado tiempo para demostrar que tiene una oportunísima virtud, que consiste en sobrevivir a las situaciones límite. Lo hizo en Champions League contra el BATE Borisov, también en Copa del Rey contra el Llagostera y ahora ante el Atlético de Madrid.

La visita de los colchoneros a Mestalla respondía a las mismas características que el duelo de Copa de Europa que se disputó en Minsk. Estaba encendido por la sensación de que se trataba de una final que el Valencia estaba obligado a ganar si no quería quedarse fuera de la pelea por los cuatro primeros puestos. Y el conjunto de Mauricio Pellegrino respondió para, otra vez, convertir esa situación límite en su mejor aliado. Queda claro, por lo tanto, que el equipo valencianista saca las garras cuando se siente arrinconado.

Aunque esta vez lo hizo de un modo distinto. Durante toda la temporada el Valencia se había mostrado como un equipo que acaparaba altas cuotas de posesión, pero obtenía escaso rédito de ellas. Frente al Atlético de Madrid cambió el libro de estilo. Consciente de las limitaciones de su rival, los valencianistas aplicaron el enunciado que abre el artículo. Le regalaron el balón a los rojiblancos, que no supieron como abrir la defensa valencianista.

Puede que el plan del Valencia estuviera provocado sencillamente por su incapacidad para robarle la posesión al Atlético de Madrid y no por una idea original, pero la cuestión es que mientras los rojiblancos tenían más el balón estaban incómodos sobre el terreno de juego, y el Valencia se mostraba comodísimo. Ese es uno de los pocos defectos de este sorprendente Atlético de Madrid, quien no sabe actuar cuando el otro equipo le obliga a tener más el balón.

Entre tanto, mientras el Atlético de Madrid buscaba espacios para hacer daño al Valencia, Roberto Soldado apareció para batir a Courtois antes del descanso. El delantero apagaba así su sequía goleadora en el momento más oportuno. Esa fue otra de las buenas noticias que cosechó el Valencia en este decisivo duelo frente al Atlético de Madrid.

Los minutos finales tuvieron más nervios de lo habitual por la expulsión de Ricardo Costa, pero Valdez los calmó en el descuento marcando el definitivo 2-0. El Valencia, de este modo, logra quedarse con tres puntos que le permiten creer en la reacción y en poder luchar por acabar la temporada entre los cuatro primeros clasificados. Por primera vez en mucho tiempo, parece que Mauricio Pellegrino ve la luz al final del túnel. Y no necesitó del balón para encontrarla.

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