El Valencia gana ante el BATE Borisov y piensa en octavos (0-3)

Soldado rompió el partido en el último instante del primer tiempo

Francisco Ortí | 23 OCT. 2012 | 21:27

El Valencia mantiene su rumbo hacia octavos de final de la UEFA Champions League después de ganar ante el BATE Borisov en su visita a Bielorrusia (0-3). El conjunto valencianista supo interpretar a la perfección el guión del partido y con un fútbol práctico, pero asumiendo el protagonismo, sobrevivió ante el equipo que hasta ahora estaba siendo la gran revelación de la competición tras ganar al Lille OSC y al Bayern de Munich. Donde el Bayern sucumbió, el Valencia fue capaz de ganar.

El duelo de Minsk tenía aroma a final para el Valencia. La derrota en Munich, sumada a los otros resultados que se produjeron en el grupo, situaban en una situación comprometida al conjunto valencianista, quien se veía obligado a ganar en Bielorrusia o, como mínimo, a no perder para tener opciones de avanzar a la siguiente fase de la Liga de Campeones. Era un partido clave y, para la ocasión, Mauricio Pellegrino mutó su plan habitual para dibujar un esquema diferente.

En Bielorrusia, el Valencia abandonó el 4-4-2 que le ha caracterizado desde la llegada de Pellegrino y se desplegó sobre el terreno de juego formando un claro 4-3-3. El técnico argentino quiso minimizar las virtudes del BATE Borisov con un equipo que perdiera pocos balones y tuviera mucha profundidad por banda. De ahí que la presencia de Albelda, Gago y Tino Costa en el centro del campo fuera clave para reducir a la mínima expresión los contragolpes del BATE Borisov.

Los tres se encargaron de tocar en el centro del campo con mucha paciencia y cabeza, sabedores de que cualquier pérdida podría ser aprovechada por el conjunto local para lanzar uno de sus mortales contragolpes. La estrategia funcionó, aunque el BATE dio algún que otro susto a la zaga valencianista. Con el balón en su poder, el Valencia realizó un ejercico de paciencia y precisión. Tarde o temprano las ocasiones llegarían y tan sólo faltaba que estuvieran algo más acertados Feghouli y Guardado, los encargados de poblar las bandas y abrir la defensa bielorrusa.

Sin embargo, los minutos finales de la primera mitad fueron favorables al BATE Borisov y el Valencia empezaba a reclamar la llegada del descanso, pero en el último suspiro Soldado forzó un penalti que él mismo convirtió en el 0-1. La llegada del descanso y, sobre todo, ese gol de Soldado mitigaron el entusiasmo que la grada del estadio transmitía a los hombres de Viktor Goncharenko. Nada más arrancar el segundo tiempo, Soldado sentenció a los bielorrusos con su segundo gol.

Con ventaja en el resultado, el Valencia supo manejar bien el encuentro y Gago sacó el repertorio de cinco argentino para congelar el partido y minimizar así las reacciones del BATE Borisov. De este modo, el conjunto valencianista pudo controlar al rival y llegar así con solvencia al minuto noventa para sumar tres puntos clave que le permiten dar un paso de gigante hacia los octavos de final de la Liga de Campeones. Incluso hubo tiempo para que Soldado redondeara la noche con un tercer gol. El Valencia, de este modo, gana un match ball que, esta vez sí, puede ser interpretado como un punto de inflexión.