JIM y Salvador coinciden en la necesidad de hacer fichajes de nivel

El club ultima una plantilla que estará sometida a una exigencia máxima

Rafa Carretero | 30 JUL. 2012 | 09:28

Hay que fichar. No sólo es cuestión de que falten jugadores, sino que los técnicos tienen muy claro que el equipo está obligado a dar un salto de calidad. Nadie quiere ser alarmista, pero la temporada que se presenta para el Levante es de una dificultad máxima y hay fantasmas que desde hace un tiempo sobrevuelan Orriols. Liga, Copa y Euroliga, siempre y cuando el equipo supere el play-off, son un cocktail molotov. Si ya el curso pasado las eliminatorias contra Deportivo, Alcorcón y Valencia pasaron factura en el torneo del KO, ni qué decir tiene lo que supondrán tres competiciones.

Juan Ignacio y Manolo Salvador llevan todo el verano reuniéndose y analizando la situación. Del contenido de sus conversaciones apenas ha trascendido nada, aunque lo cierto es que en esos cara a cara se han hablado con total sinceridad y la conclusión ha sido que el riesgo es máximo. Igual que tampoco han sido gratuitas las palabras de Juanfran hace unos días alertando de la necesidad de cinco o seis refuerzos de nivel, no de relleno.

Al margen de la incógnita de Karabelas, avalado por sus excompañeros y técnicos pero sin bagaje en una gran Liga, el Levante ha fichado hasta el momento bien. Los hay que dudan, pero es cierto que los refuerzos cerrados eran las primeras opciones, desde Diop a Pedro Ríos pasando por un Ángel que sin estar llamado a ser el primer delantero sí era una apuesta firme para completar la punta de lanza. También en renovaciones como las de David Navarro y Keylor Navas se apostó fuerte.

Sin embargo, la principal preocupación de JIM y Salvador viene por las ausencias. Desde el primer hasta el último miembro del club eran conscientes del riesgo que este verano existía. Que un equipo llamado a pelear por la salvación haya acabado en Europa e incluso con opciones de Liga de Campeones iba a provovar un efecto llamada y así ha ocurrido. Los granota han perdido a titulares como Cabral (Celta), Xavi Torres (posiblemente Getafe vía Málaga) y Valdo (Atlante), amén de otros que por voluntad propia o ajena se han quedado fuera del nuevo proyecto, casos de Botelho y Ghezzal. Sin duda, muchos efectivos para el presupuesto que junto al Rayo Vallecano volverá a ser el más bajo de Primera División.

Poniéndose en lo peor, en Orriols incluso pensaban que se quedarían sin Iborra y de hecho ésa era otra de las preocupaciones. Sin embargo, casualidades del destino, el de Montcada, uno de los capitanes, es un fijo desde hace semanas. El mercado no llegaba a las aspiraciones del Levante, el Atlético de Madrid se retiró de la puja y Quico Catalán prepara ahora las fanfarrias para anunciar después del verano un blindaje que, supuestamente, será de por vida.

Si hay una baja que es un auténtico quebradero de cabeza es la de Arouna Koné. El máximo artillero del pasado ejercicio es propietario de un elevadísimo porcentaje del éxito. Su fichaje fue un éxito rotundo, pero hoy por hoy está fuera de toda discusión la realidad de que va a marcharse. Ha sido otra vez Juanfran el que poniendo el dedo en la llaga avisó del riesgo de quedarse con cara de tonto si a última hora el equipo lo pierde después de toda una pretemporada saboreando sus goles.

Para sustituir a Koné, la llegada de Diego Costa se complica (sólo faltaba la posible injerencia del Valencia), mientras que los contactos por Obafemi Martins se cuecen a fuego lento. Ambos formarían la pareja ideal para garantizar un año más plácido, pero todo apunta a que las gestiones van para largo y que tal vez no cristalizarán hasta la última semana de agosto.