El Valencia pierde contra el Málaga
Los de Emery se complican la tercera plaza
MÁLAGA 1-0 VALENCIA
Otro batacazo más del Valencia. El enésimo de la temporada. Los valencianistas están sufriendo una campaña agónica en la que poco a poco se van demoliendo todas las ilusiones a golpe de dolorosas derrotas. Preocupó la eliminación de la Copa del Rey frente al Barcelona, escoció la humillación sufrida frente al Atlético de Madrid, y ante el Málaga ha llegado la gota que ha desbordado el vaso de la paciencia de una desesperada afición valencianista.
El encuentro en La Rosaleda era una final por la tercera plaza. Así se había vendido desde el club. Era el partido que debía devolver la ilusión al valencianismo. Visto lo visto, resulta complicado ilusionar a nadie. Ya ni siquiera Unai Emery puede creerse su propio discurso. Y es que la imagen que ofreció el Valencia en Málaga fue la de un equipo inoperante e incapaz de crear juego. Sin alma. Sin plan.
Sin Canales ni Banega, el Valencia ha perdido la brújula, y Tino Costa es voluntarioso, pero está lejos de ser un organizador. El esfuerzo no sustituye el talento y el Valencia lo paga en partidos como el de La Rosaleda, en la que no supo mover el balón y estuvo a merced de un Málaga que con muy poco logró llevarse tres puntos con sabor a Champions League.
Un afortunado gol de Ignacio Camacho a los 27 minutos, con un cabezazo a ciegas que superó por alto a Guaita, adelantó al Málaga en el marcador. A partir de ese momento, los locales se limitaron a vivir de rentas y aprovechar los constantes fallos del Valencia cuando intentaba salir con el balón jugado desde atrás. Los ché fueron su peor enemigo y regalaron ocasiones constantemente al Málaga, perdiendo el esférico muy cerca de su propia área.
La imagen del Valencia era muy pobre y la sentencia llegó nada más arrancar la segunda mitad, cuando se quedó con un hombre menos por la expulsión de Feghouli. A partir de ese momento, los valencianistas bajaron los brazos, si es que en algún momento los habían tenido levantados. Unai Emery intentó remozar el equipo con cambios tácticos, llegando a jugar con tres centrales y carrileros largos, pero su reacción fue tardía y el marcador no se movió.
Esta derrota deja al Valencia y al Málaga empatados en la tercera plaza con 55 puntos, aunque los valencianistas tienen el balance de goles a favor. Aunque lo peor no es el resultado, sino la decepcionante imagen que ofreció un Valencia al que la temporada se le está haciendo dolorosamente larga.