Futbolistas que jugaron en Valencia y Levante
Ambos equipos han compartido muchos jugadores
Valencia y Levante vuelven a verse las caras en la tarde de hoy tras verse por última vez en los cuartos de final de la Copa del rey. Se trata del enfrentamiento más competido de la historia ya que la tercera plaza del campeonato está en juego. Con motivo del derbi, recordamos a los muchos jugadores que vistieron ambas camisetas.
Muchos futbolistas han protagonizado el traslado desde orriols a Mestalla y viceversa. Un camino muy corto en cuanto a la distancia kilométrica, pero lleno de simbolismo. Los derbis de la ciudad de Valencia viven desde hace algún tiempo su mayor época de esplendor y son muchos los futbolistas, que pueden presumir de haber vestido tanto la camiseta valencianista como la del Levante.
¿Qué fas Faas?
La lista es extensa y sería imposible analizarlos a todos, pero si podemos hacer mención a los más emblemáticos; como Faas Wilkes, que sería el primer holandés errante que recalaría en las filas azulgranas, unas décadas antes del gran Johan Cruyff y con ciertos paralelismos en su contratación. Wilkes le costó al Levante la nada despreciable cifra de un millón de pesetas de la época. Un desembolso majestuoso para un equipo que debía luchar por el ascenso a primera división. El mágico delantero holandés ya navegaba por sus años de declive físico y futbolístico. Había triunfado de tal manera en el Valencia, que el club sufragó los gastos de la tribuna principal de su estadio con las ganancias obtenidas gracias a la expectación generada.
Ver driblar a Wilkes era un espectáculo que ningún valencianista podía perderse, llegó procedente del Torino y convirtió las paredes a si mismo y sus cifras goleadoras en un icono del Valencia de los años cincuenta. En el Levante dejó muestras de su maestría técnica, pero la llama de este tulipán de 1,90 de estatura se apagaba lentamente.
El retorno de Iscariote
Nadie en su sano juicio podría haber pensado jamás que Pedrag Mijatovic volvería a la ciudad de Valencia para jugar al fútbol. Tras su dramática salida en el año 1996 con destino a la capital de España, el montenegrino vetó de forma drástica su presencia en el equipo de Mestalla de por vida.
Mijatovic triunfó en el Real Madrid y más tarde deambuló por el fútbol italiano. Rescató a la figura de “Iscariote” en un partido de la Liga de campeones 1999-2000 frente al Valencia en Florencia. Se inventó un penalti inexistente que él mismo se encargó de transformar, pero pagó su osadía en su retorno a Mestalla. Aquel 2-0 en el que el estadio valencianista cantó con más pasión que nunca el famoso “pedía jódete” parece que purgó de alguna forma sus pecados anteriores.
Mijatovic firmó por el Levante en la temporada 2002-03. Tras causar una auténtica conmoción en la parroquia levantinista, su camiseta con el característico 8 se vendió como la espuma. Un buen debut disparó los buenos augurios, pero terminó difuminándose como un viejo tapiz que ayudó muy poco al equipo.
Romper el carnet de socio
Si traumática fue la salida de Mijatovic hacia Madrid unos años antes, el levantinismo vivió un caso parecido (ni mucho menos igual) con el traspaso de Vicente Rodriguez al Valencia Club de fútbol. El de Benicalap, más conocido en sus primeros años como Vicentín, se había convertido en el auténtico referente de un equipo que necesitaba alegrías. Vicente era un futbolista diferente con muchos números para convertirse en una gran figura. Un Crack en toda la extensión de la palabra. Su famosa cláusula de 30.000 millones y el apalabrado traspaso al Real Madrid llenaba de orgullo a la afición granota, porque si algo no deseaban los aficionados del Levante bajo ningún concepto era ver a Vicente Rodriguez con la camiseta del Valencia.
La salida de la zurda mágica de Benicalap era un hecho asumido por la parroquia levantinista, pero en aquel verano del año 2000, muchos decidieron hacer buena la frase ”trenque el pase”, cuando Vicente cumplía un viejo sueño infantil, pertenecer a la primera plantilla del Valencia club de fútbol. La trayectoria posterior es conocida; llegaría a jugar con la selección española y se convertiría en uno de los puntales del gran Valencia campeón de Rafael Benitez.
Grandes nombres y traspasos sin traumas
El recientemente fallecido Héctor Nuñez, Miguel Angel Adorno, o Juanfran García también vivieron el corto traslado entre los dos clubes. En el caso del lateral izquierdo, su traspaso al Valencia le permitió vivir un momento clave de la historia valencianista, la victoria en la copa del rey de 1999 en la Cartuja sevillana. Después voló de su ciudad para protagonizar una espectacular carrera que le llevaría a lugares tan dispares como Holanda o Turquía, pero sería en el Celta de Vigo donde alcanzaría sus mejores años, llegando incluso a estar presente en una copa del mundo. Para el recuerdo quedará su penalti en la tanda de octavos frente a Irlanda, donde su lanzamiento raso cortó la respiración de todos los que le vieron crecer y progresar en su ciudad natal.
Asier del Horno o Farinós por ejemplo se unen a una lista que alcanza casi una centena de futbolistas. Muchos jugadores que aportan historias personales y colectivas. La magia de la rivalidad Levante-Valencia reside en las alforjas de sus recuerdos.