"Nos confundimos yendo a por los partidos"

Ballesteros critica los experimentos pasados de JIM

Rafa Carretero | 06 MAR. 2012 | 16:47

No hay misterios en la resurrección granota más allá de volver a los orígenes. Ésa es, al menos, la opinión de uno de los jefazos del vestuario del Levante UD, Sergio Ballesteros, quien tras la victoria contra el Betis aseguró que la clave es "haber recobrado nuestro estilo". Con un mensaje que no deja demasiado bien parado a Juan Ignacio, el capitán aseguró que "hubo un momento en el que nos confundimos yendo a buscar los partidos". Fue como decir que los experimentos deberían haber sido con gaseosa y que los pies hay que mantenerlos en el suelo.

"Es algo incluso positivo. Quisimos cambiar el estilo por ambición y eso no nos fue bien. Este equipo es de correr, pelear, pasar apuros y hacer mucho peligro a la contra. Ésa es la identidad de este Levante. Podremos empatar o perder, pero la manera de jugar es la que hemos visto contra Espanyol y Betis", insistió el capitán.

Juan Ignacio ha intentado dos veces modificar el ADN del Levante con resultados nefastos. La primera vez fue en verano, cuando empezó con mal pie. Entonces fueron los propios jugadores quienes se dirigieron al míster para censurar su deseo de construir un proyecto alrededor del balón. La segunda hace dos semanas, antes de Cornellà, cuando Manolo Salvador le instó a recuperar la solidez defensiva perdida durante más de dos meses y medio.

Y es que pese a la excusa real de las bajas y el retraso en la llegada de los fichajes, la labor de Juan Ignacio parece en entredicho por más que el equipo continúe aferrado a un puesto de Champions y tenga el descenso a la friolera de 14 puntos a falta de sólo 13 jornadas. Ni al club ni a la propia plantilla, que tanta voz tiene con este entrenador, les gustó el planteamiento de muchos partidos en los que el Levante renunció a su esencia de contraataque para llevar el peso de los partidos. Tampoco que la línea de presión estuviera tan arriba en lugar de como ahora, cuando el centro del campo y la defensa están pegados y ni Espanyol ni Betis supieron como meterle mano.

"Sabíamos que si marcaban primero íbamos a sufrir, porque sería su partido soñado. Es muy difícil ganarles; el Levante hace todo sencillo y bien", reconocía Pepe Mel, que volvió a caer en la trampa de los granotas. Un fútbol de contraataque con una pegada letal y lo más vertical posible, sin miramientos. Todo sea por ganar y por certificar lo antes posible una permanencia que salvo catástrofe ya no se escapa de Orriols. Esta vez, eso sí, no hubo champán en el vestuario. "Hemos aprendido de los errores", decía Ballesteros, poniendo un punto de cordura.