Koné se pone las pilas

Blackpower en Orriols. Juan Ignacio le había pedido más gol y sus deseos fueron órdenes para Arouna Koné, que tiró del Levante para apabullar al Sporting (4-0). Dos goles y una asistencia contemplaron al que una vez más se erigió en hombre clave. Primero, tras robarle la cartera a Canella, el marfileño asistió a Barkero para abrir el marcador. Después, en un contragolpe letal sentó a Juan Pablo con un recorte de clase y marcó a puerta vacía. Y al final terminó su exhibición personal con una diana de oportunista al aprovechar un balón parado de Asier del Horno que impactó en la cruceta.

Fue la mejor manera de poner fin a una racha individual que amenazaba con apagarle. No estaba fino de cara a puerta y el Levante lo notaba. De hecho, los técnicos tienen claro ya que no es un delantero centro al uso. De cara al mercado invernal, lo cierto es que no sólo ha cogido fuerza la llegada de otro punta, sino que el club quiere dar con el perfil que mejor mezcle con Arouna. Salvando las distancias, lo que se busca es una especie de Farfán capaz de aprovechar sus internadas por banda derecha. Y es que no hay duda de que por el costado diestro el marfileño tiene un nivel de top, como en sus dorados días del PSV Eindhoven.

La resurrección de Koné, por otra parte, ha puesto en alerta al club, que sigue con la mosca detrás de la oreja con Costa de Marfil y la Copa de África del próximo enero. Pese a no figurar en la última convocatoria, los granotas están al día de que es un hombre al que su selección tiene en cuenta. El jugador preferiría no acudir para no perder comba, pero habrá que ver primero si finalmente entra o no en la lista definitiva. Con partidos como el de ayer lo extraño, evidentemente, sería que no contasen con él.