Gabinete de crisis

Tensión y muy mal rollo

Rafa Carretero | 05 NOV. 2011 | 12:43

La primera derrota en Euroliga ha sabido en el Ros a cuerno quemado y convertido al club en una jaula de grillos. Ha habido estirón de orejas para las jugadoras por su falta de intensidad e incluso hay rumores de divorcio con Natalia Hejková. El presidente, Germán Ros, tras el esfuerzo para configurar la mejor plantilla de la historia, está profundamente enfadado.

«Es decepcionante. Apenas han pasado unas horas de esta derrota y estamos aún un poco impactados. Siempre digo lo mismo, se puede perder pero al día siguiente tienes que poder seguir mirándote en el espejo. Y no tengo esa sensación, creo que no dimos el máximo de lo que podíamos dar», aseguró la directora general, Carme Lluveras. «Puedo entender que el equipo se está construyendo y que ahora mismo no podemos tener una excelencia en el juego, pero antes de este nivel tienes que tener la capacidad de esfuerzo, de sacrificio, de trabajo, y no me dio esta sensación».

La propia Lluveras comunicó que «el presidente está indignado, está muy enfadado porque realmente esto no se puede consentir. Se puede perder, pero siempre hay que tener ese acto de responsabilidad máximo. Si no tenemos gente con la capacidad de creer que cada segundo de su vida sirve para alguna cosa, no nos vale. El presidente sabe cuál es la situación actual del país, de todas las empresas y sus trabajadores, y nosotros no podemos venir aquí a jugar a la pelotita y ser incapaces de valorar lo privilegiados que somos. Nos lo tenemos que hacer mirar y cambiar la mentalidad».