Hoy hace 10 años

 Echo de menos a Marchena

Toni Hernández | 14 OCT. 2011 | 07:41

No es que marcara muchos, esa es la verdad, en concreto, Carlos Marchena López, ese fenómeno de Las Cabezas de San Juan, marcó 8 goles en Liga, 2 en Copa del Rey y 1 en la UEFA. Pero el primero de todos llegó en un partido de domingo, tal día como hoy, en 2001, en un Barcelona 2, Valencia 2.

Fue un disparo desde fuera del área, seco, duro, ajustado. Un golazo que ponía al Valencia 1-2 en el marcador. El encuentro terminó en tablas, porque los locales hicieron el 2-2 un par de minutos después, pero ese día se empezó a forjar la leyenda de uno de los jugadores más importantes del Valencia en los últimos 30 años.

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De medio centro o de central, con sus cosas, sus virtudes y sus defectos, sus tarjetas rojas que de cuando en cuando nos desesperaban a todos, pero con su fútbol, su compromiso fuera del campo, su cabeza fría en los momentos más duros, su liderazgo y su lealtad al club están fuera de toda duda.

Es uno de los jugadores con más títulos de la historia del Valencia, con más carisma de los que hemos visto desfilar en los últimos tiempos. Querido en la grada, en el campo. Menos en los despachos, y eso si que es algo que no llego a entender. Un campeón de Mundo vendido a precio de saldo. Su frase de despedida, para analizar: “si un euro de mi traspaso sirve para poner un ladrillo del nuevo Mestalla, habrá valido la pena”. Lástima que ese deseo de Carlos Marchena no se haya podido convertir en realidad.

Hace diez años, una década, de aquel gol, de ese momento de la historia en que todo empezó a cambiar. Porque ese grupo terminó ganando una Liga, y luego otra, y una UEFA, y una Súper Copa de Europa, y fue el mejor equipo del mundo. Incluso, en un océano de dudas, líos y situaciones desagradables, una Copa del Rey.

Te echamos, yo al menos, te echo de menos Carlos Marchena. 32 años recién cumplidos y aún jugando al máximo nivel. En un Valencia que adolece de veteranos contrastados y de calidad, ¡qué bien vendrías! En fin, no me voy a poner más nostálgico. ¿Para qué?