El cansancio pasa factura

El equipo admite su mal día

Rafa Carretero | 26 SEPT. 2011 | 12:23

“Ha sido nuestro peor partido de la temporada”. Juanfran no se andó por las ramas y en la misma línea que Juan Ignacio y sus compañeros reconoció que lo normal ante el Espanyol habría sido perder 0-1 o 1-2.

El Levante no estuvo fino y el rival fue mejor, pero los de Pochettino se empeñaron en dispararse en el pie una y otra vez, lo que dejó en bandeja el triunfo para un equipo que presumió de pegada y de conseguir mucho con muy poco. La bisoñez de los pericos, sin duda, fue una de las claves, sobre todo en defensa, donde acumularon un error tras otro y fueron incapaces de contrarrestar los pelotazos a la espalda de sus centrales.

Ya en el vestuario, el Levante analizó en privado las causas de una mala tarde. La principal fue el cansancio. Tres partidos en siete días para un grupo veterano han pasado factura. En Vallecas sólo descansó Javi Venta por fuerza mayor, mientras que ayer el único oxígeno fue el relevo de Rubén Suárez por Barkero. El equipo sufrió una importante pájara nada más salir al campo y la hora (16:00) tampoco le ayudó a sentirse cómodo. Sin embargo, Juan Ignacio tiene claro que mientras el cuerpo aguante los cambios serán mínimos para aprovechar la inercia positiva que se ha instalado en el bloque titular. Es lo que le empujó a mantener a Koné una hora en el campo pese a que al marfileño apenas le quedaba ya batería.

De todos modos, el cuerpo técnico había programado un partido complicado. Eran conscientes de que el Espanyol se haría amo y señor del centro del campo con superioridades y por eso prepararon un partido basado en el balón parado y el juego en largo. Los granotas habían espiado a los de Pochettino ante el Zaragoza y sabían de antemano que la batalla en la medular la tenían perdida, por lo que la clave para sacar el partido adelante era explotar la candidez de una defensa muy desconjuntada.