El último arreón de socios

A falta de unos días para que arranque la competición oficial, el Levante no ha cumplido sus expectativas en materia de abonados y en estos momentos apenas ronda los 10.000 cuando el objetivo era acercarse a los 15.000. Quico Catalán esta vez no se marcó ninguna cifra, pero se trata de la barrera mínima para Primera según la mayoría de directivos.

El club sigue a la espera del arreón definitivo y no descarta poner en marcha algún tipo de medida que termina de espolear al personal. Sin embargo, en el Ciutat existe un profundo malestar con el hecho de que la masa social continúe sin responder como de ella se espera. Y es que para un equipo de Primera es muy difícil competir con una mesa de socios tan discreta. Los ingresos por abonos, además, apenas rondan los 2 millones.

La campaña de este año, lejos de enganchar, ha sido muy polémica. Pese al acierto con algunas propuestas de marketing, el levantinismo ha encajado muy mal la ligera subida de precios y en especial la recuperación del día del club, una medida en desuso que obliga a que los socios también pasen por caja una vez al año. El Levante, de hecho, se vio obligado a avisar de que el partido contra el Real Madrid no entraría en esta categoría, pero el mal ya estaba hecho.