Preocupación por el físico

El cuerpo técnico del Levante está notablemente preocupado por el cúmulo de problemas físicos al que se ha tenido que enfrentar en la pretemporada recién concluida. Juan Ignacio era consciente de que por su realidad económica el equipo iba a tener que convivir con este peaje, ya que entre los nuevos fichajes hay varios jugadores castigados, pero no pensaba que las sensaciones serían tan alarmantes desde el inicio.

Pese a la recuperación de Rubén, que volvió antes de lo previsto jugando con una protección, el Levante ha tenido que hacer frente al contratiempo de Farinós, que se rompió de buenas a primeras en el partido de presentación, y más recientemente al de Pedro López, que también estará parado varias semanas. Ninguno empezará la Liga, salvo milagro. El caso del centrocampista es más preocupante, ya que en la primera parte del pasado curso estuvo varios meses en el dique seco con el Hércules, pese a que la actual lesión no tiene en principio nada que ver con aquella tendinitis que sufría.

También tardía ha sido la incorporación al grupo de Carlos Aranda, mientras que Del Horno todavía no tiene fecha de regreso. Además, varios futbolistas arrastran molestias leves que aunque no les impedirán jugar son un aviso para navegantes. No hay duda de que el trabajo se acumula para el preparador físico y el recuperador de los granotas.