
Ahora nadie deseó el descenso del Valencia ni vendió sus acciones, claro
Lo de los últimos días, además de previsible, da un poco de vergüenza, porque debo haber vivido en otra ciudad estos meses
Lo de los últimos días, además de previsible, da un poco de vergüenza, porque debo haber vivido en otra ciudad estos meses
Lo de Sergi Canós es posible que mereciera otro tipo de desenlace, pero el fútbol es absolutamente implacable con casi todo
Gran parte de los que formamos parte de él tenemos claro lo que hay y, sobre todo, lo que habrá, y qué depende de nosotros
Podemos decir muchas cosas de los últimos entrenadores que han pasado por aquí, pero hay algunas cosas que les unen
Todo lo que pasa en las últimas semanas es positivo, y como si fuera al contrario habría palos de todos los colores, ¿de lo otro nada?
Con el peligro del descenso solucionado, se cae un argumento que estaba siendo un pilar para ese relato que lleva siendo tan repetitivo
Hay cosas que se tienen que terminar, y ya no lo digo por nadie en especial, sino por todos nosotros en general
Es como si hiciera falta que todo fuera peor que nunca para que saquen la cabeza, y el que es valencianista de verdad no piensa así
Se perdió una gran ocasión de juntarnos a todos, y aunque aún es posible, hay que cambiar tantas cosas en tan poco tiempo
En demasiadas ocasiones nos cuesta un mundo decir que tenemos algo que valga la pena, que alguna cosa hacemos bien, y eso debe cambiar