El Valencia perdona y lo paga con una dura tocada de cara: a levantarse

El partido se fue en la primera parte, donde el resultado tuvo que ser muy distinto, y en la segunda, que no se debe hacer, nos dejamos llevar

Toni Hernández | 11 NOV. 2023 | 21:51
Valencia CF

Un Real Madrid - Valencia en el Bernabéu sin miedo. Hacía mucho tiempo que eso no pasaba, y ya eran buenas noticias. Un equipo de salida para jugar sin miedo y son complejos, como en cualquier otro encuentro. Habíamos salido bien, pero la clave era no cometer errores, y el primero fue antes del minuto 3, con un desajuste, en banda izquierda, Carvajal le pega un zurdazo que en su vida, y gol con un remate pegado al palo. No tuvo ningún sentido, pero había que remar. En el 7, susto enorme con una falta de Kroos que terminaba dando ene larguero. Estábamos KO y había que espabilar. Y lo empezamos a hacer con una jugada dentro del área, un control maravilloso, y un remate a bocajarro que paraba Lunin cuando se cantaba el empate. Y volvimos a tener otra, más clara aún, en el 15, con un mano a mano de Duro que no remataba bien cuando estaba solo.

El encuentro estaba mucho más igualado, pero la diferencia de la pegaba era lo que mandaba. Después de una buena jugada de Canós, el rechace de su primera disparo lo recogía Javi Guerra, que mandaba el balón ligeramente alto. Pasada la media hora, el encuentro debía tener otro resultado, pero se tenía que seguir igual, atacando con fe y no cometiendo errores. El problema era que ya nos estaba costando pisar el área rival, y eso, cuando pierdes, es un problema grave. Y mirando al banquillo no es que se atisbaran muchas alternativas. Y volvíamos a tener otra clarísima, sólo delante del portero después de un córner ensayado, y cuando nada más que faltaba empujarla, la echaba fuera de cabeza. Y de nuevo la calidad hacía el resto. Justo en la jugada siguiente, el Madrid llegaba por la derecha y un centro al aérea, que iba más que plano, lo remataba Vinicius con el pecho para poner el 2-0. Hablar de injusticia daba lo mismo, era lo que había. Todo había salido mal en la primera mitad, con la extraña sensación de haber estado bastante bien.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con al duda de ver cómo salíamos, porque no era nada fácil. Y de nuevo, a la primera que tuvieron, después de un fallo atrás, Vinicius hacía el tercero. Era el 48 y el tema estaba acabado. Y apuntaba a drama, porque en la jugada siguiente, error grosero de Mamardashvili, que daba un balón franco a Rodrygo, y llegaba el 4-0. Una cosa es perder, y otra que te pinten la cara. En el 54, Gayà se marchaba lesionado, y después de un mal partido, además de Thierry, pensando que el tema estaba listo, y entraban Foulquier y Yarek. Lo único bueno era que cayeran los minutos y se acabara todo cuanto antes. En el 63 se marchaba Canós y entraba Guillamón, buscando tener algo más el balón y que no hubiera equipo partido.

En el 69 se iban Fran Pérez y Pepelu, y entraban Yaremchuk y Hugo González. Había que minimizar daños, porque el partido del Celta era ya lo único importante. Parecía que la cosa se iba a quedar así, pero Rodrygo, con una defensa muy permisiva. hacía el 5-0 en el 83. No cambiaba gran cosa, pero la foto era un poco peor, no nos vamos a engañar. En el 87 marcaba Hugo Duro el del honor, pero incluso se hacía daño en la caída. El acierto llegaba muy tarde. Ahí se quedó todo.