Guerra política por el Nuevo Mestalla, con el Valencia en medio

El Nuevo Mestalla está siendo usado de nuevo por los políticos. Por algunos, no cabe duda, que eso no significa todos, aunque al final esto acaba implicado que se esté en el barro de forma constante. Y confieso que esta situación me tiene harto, muy harto. Y por muchas cosas. Si yo fuera el Valencia, que no lo soy, metía mil máquinas en la Avenida de Las Cortes, terminaba el estadio y no invitaba a ningún político a su inauguración.

Y me quedaba más ancho que largo, porque de ese modo no les debería nada a ninguno, que sólo nos falta tener deudas con ellos, por el amor De Dios. Pero como eso no va a pasar, tenemos que pasar de algún modo por su tamiz, aunque con condiciones, que esto al final es una sociedad privada, y en ella se pueden meter hasta donde se pueden meter, y ni un centímetro más, afortunadamente para nosotros.

En torno al campo se está buscando pegar un pelotazo. Y todo ello bajo la bandera de que no pegue Peter Lim, cuando realmente el beneficiado sería el Valencia, aunque eso a muchos les da exactamente igual. Como Meriton ha sido un ejemplo de desastre y tiene a toda la sociedad civil en contra, y con razón, el argumento se prepara él solo, sin ayuda de nadie, y para desastre del valencianismo. La expresión “cambio de promotor” planea en el ambiente, es usada cada vez por más gente, y eso no ayuda a pensar que realmente les importa el club, el campo o el Mundial 2030.

Y como en toda partida, hay que medir bien los riesgos. Hay una caducidad anticipada de la ATE denunciada por el Valencia ante los tribunales. Y eso es algo que se dice muy poco, por no decir nada, y es el gran as que tiene la entidad. Porque como se decida tomar ese camino, y no es algo que se pueda descartar, ni habrá Nuevo Mestalla ni habrá Mundial en Valencia. Y veremos entonces quién pierde más… aparte, como siempre, del club.