El patrimonio del Valencia es Mestalla, su afición
43.634 espectadores, a las 19h30, en día laborable, y dando un calor al estadio como el de las tardes en las que peleábamos por títulos

Mestalla y su afición son el gran tesoro del Valencia. Es un terreno que no se puede recalificar, unas acciones que no se pueden vender, un activo que no se puede valorar. Meriton jamás lo entenderá, es algo que nos ha quedado tristemente claro, y es quizá el mayor sacrilegio que han hecho nunca, porque cuando al valencianismo le das un poco, aunque sea una pizca, se vuelva de tal manera que es capaz de cualquier cosa que se considere imposible.
Casi 44.000 espectadores en un día laborable, por la tarde, con el equipo luchando por evitar el descenso, y paliando las muchas carencias que tenemos apretando el culo como sólo Mestalla sabe, y en los momentos especialmente delicados. Se ha puesto en duda demasiadas veces que esto es así, y no es que resulte injusto, es que me parece una falta de respeto de esas que tendrían que tener aparejada algún tipo de penitencia que fuera dura.
No sé qué pasará de aquí al final de temporada. No lo sé más allá de un sufrimiento extremo del que no nos vamos a olvidar en la vida. Pero de lo que no tengo ninguna duda es de que Mestalla estará ahí, su afición estará ahí, y aunque nos pongan un partido a las 5 de la mañana en medio de la lluvia, que son capaces y de cuyo horario entiendo que no se quejaría nadie, allí estaría, poniendo las gradas de bote en bote y peleando por mantener este club vivo. Señor Peter Lim, haga el pequeño esfuerzo de entenderlo.