Valencia CF: el momento de olvidar las promesas y pasar a los hechos

Los movimientos en el mercado van a marcar el futuro del Valencia, en las manos de la propiedad está demostrar que hay voluntad verdadera de cambio

Jose Hernández | 24 NOV. 2022 | 09:00
Gennaro Gattuso

La confianza en Gennaro Gattuso va a depender de los resultados obtenidos, esto no es ninguna novedad ya que ocurre con todos y cada uno de los entrenadores y en todos los equipos. Sin embargo, el italiano tiene que lidiar con un peso extra ya que desde su llegada ha actuado como escudo y no ha dudado en señalar aquello que no le gustó. Estando de acuerdo o no con el técnico, lo cierto es que Gattuso no se va a esconder pero el sector más crítico le va a analizar con lupa cada detalle y cada palabra, de hecho ya se le ha acusado de no enfrentarse en público con la propiedad por la confección de plantilla.

En este mercado invernal se va a comprobar si el italiano tiene el suficiente poder de persuasión con Peter Lim, más lejos de fotos para la galería y discursos, lo verdaderamente importante son los hechos. La voluntad de cambio no debe quedarse en intenciones y ahora es cuando el club debe apostar de verdad por lo deportivo y seguir una estrategia. Esa es la gran duda y el gran foco de discrepancias en el entorno, ¿existe un camino a seguir? es lógico tener muchas dudas si miramos los precedentes, pero lo que está claro es que desde el pesimismo, las acusaciones y la destrucción permanente se conseguirá muy poco.

La exigencia es necesaria y Meriton debe sentirla para de una vez actuar de manera responsable, en lo económico se ha adoptado una postura conservadora pero teniendo en cuenta la situación de otros clubes tampoco es algo tan extraño. El Valencia CF solo podrá recuperarse haciéndolo muy bien en los despachos y reconstruyéndose desde lo deportivo, y para eso los profesionales tienen que acertar y por supuesto Peter Lim poner de su parte. La plantilla no tiene tan poco nivel como en ocasiones se cuenta y Gattuso recibe más elogios desde cientos de kilómetros que en la propia Valencia. Es el momento de los hechos y no de las promesas.