La venta del Valencia o el cuento de nunca acabar

El máximo accionista claro que negocia, pero en un contexto muy concreto que seguimos sin querer ver por aquí

Toni Hernández | 10 OCT. 2022 | 00:05
Peter Lim

Peter Lim vende el Valencia, claro que lo vende, pero en unas condiciones muy concretas a las que, de momento, por diversos factores, no ha llegado nadie. No podemos pasar por alto los números, que es algo muy tentador pero que es hacerse trampas al solitario. Lo dijo Layhoon Chan hace unos meses, pero pasó por alto: el máximo accionista ha invertido 255 millones de euros en el club desde 2014, y eso es así por más que luego podamos decir que la gestión ha sido esto o lo otro. Luego están los préstamos avalados, que se tienen al día como se ha encargado de recordar ya varias veces CaixaBank.

Y por último, los compromisos del club, como por ejemplo terminar el Nuevo Mestalla, eso que no le hicieron firmar a Lim, ponerlo por escrito, y que es un crimen deportivo con todas las de la ley. Y vender las parcelas del actual campo, y derribarlo y desescombrarlo, que es una fortuna. Todo esto no se cuenta nunca, pero cualquier inversor sí lo hace, porque es su obligación, faltaría más. ¿Nadie pregunta por el Valencia? Nada más lejos de la realidad. De hecho, rara es la semana que eso no pasa, aunque también es cierto que el club, como han hecho todos los demás del fútbol profesional, se ha puesto una serie de filtros para que no haya fantasmas que llamen a la puerta.

Porque comprarle a Peter Lim esta mercantil, y ya no sólo hablo del dinero que él pueda recuperar, son muchos cientos de millones de euros. Y que ese cuento de que no vale nada está muy bien para generar un clima social en ese sentido e intentar asaltar el poder sin poner un clavo, lo habitual por aquí. Pero esas tácticas del pasado, que pudieron haber funcionado con otros y en otros contextos, ahora no llegan ni a papel mojado, lo que hace que haya personal muy soliviantado, por cierto.