Los políticos, ¿no pueden dejar de hablar del Valencia?

El discurso ya está agotado, se le he sacado mucho más jugo del que tenía, y han dejado latente que el club era una excusa, no un fin

Toni Hernández | 13 JUL. 2022 | 00:03
Mestalla

Como a algún político de aquí le digan que no hable del Valencia, se queda mudo. Y esto es algo que nadie me va a decir que no es así, porque no tiene vuelta. Hay gente que sale en los medios a diario porque habla de lo que pasa en el club, más bien de lo que pasa en Mestalla, el nuevo y el viejo, y siempre dice lo mismo, sin alterar el discurso. Y siempre oponiéndose a todo, a lo que sea, venga de donde venga, y exigiendo siempre una serie de cosas que se han criticado hasta la saciedad en el pasado no tan lejano.

Han convertido lo que rodea a la entidad en una caladero de votos, porque el descontento se huele y eso es como la sangre para los tiburones, pero todo tiene un límite, y determinadas estrategias cuentan con fecha de caducidad. Hasta ahora han contado con un aliado básico, el propio Valencia, que con su inacción y su indigno presidente, Anil Murthy, ha propiciado que se genere un caldo de cultivo perfecto para determinadas posturas. 

El dinero de CVC lo cambió todo, aunque se niegue, y la salida de Murthy, aunque fuera sólo un peón, lo mismo. Y que se hayan dado pasos en cuanto al proyecto del estadio, por más que se insista en que es lo mismo, que no lo es, tampoco viene bien a esa corriente de ir contra todo de forma impenitente. Repiten como loros lo mismo, sin analizar nada, e incluso emitiendo comunicados de instituciones públicas en los que critican algo que reconocen no haber visto aún.

Es una especie de chiste que igual tendría gracia si nos estuviéramos hablando del futuro del Valencia en manos de gente que igual en mayo del año que viene ni está en sus cargos, que todo puede ser. Como alguien les dijera a esos políticos que hablaran de los suyo y dejaran de tener al Valencia en la boca siempre, mucho me temo que se les hacía de noche y no tendrían nada de lo que hablar. Así de triste.