La gran cagada de y con Kang in Lee en el Valencia

La salida de Kang in Lee del Valencia es una cagada en toda regla de mucha gente. Buscar un solo al padre al desastre no sólo es injusto, sino que también es absolutamente inexacto. Este asunto se ha gestionado muy mal desde 2019, antes del famoso "verano de la muerte", y al final, el que va a pagar es el club, que pierde un activo en el que ha invertido nada menos que 10 años, le ha otorgado privilegios y confianza, y que ve como ahora se marcha sin dejar nada en caja, y con la sensación de que si la rompe lo vamos a lamentar todos mucho.

Hace mucho, si de verdad se confiaba en él, se le tenía que haber hecho un contrato a muy largo plazo, y desde luego, haberlo cedido a un club en el que jugara 30 partidos seguidos en la élite. Ni se apretó esa renovación, cuando tocaba, ni él aceptó salir porque su entorno le metió en la cabeza que ya tenía sitio en el primer equipo. Desde entonces, 41 partidos de Liga en 2 años, apenas 18 como titular, 1351 minutos (el equivalente a 15 partidos completos), y hasta 4 entrenadores distintos, sin contar a Bordalás, que no han confiado plenamente en él.

La táctica de su agente, Javio Garrrido, es muy lícita, pero con todo el cariño que le tengo hace años, no la comparto. Se ha forzado una situación en la que un chico de casa va a salir mal, sin ninguna necesidad. No puede decir que no se le quiere renovar, ni tampoco que haya grandes clubes europeos peleándose por él, porque a la hora de la verdad, nadie ha venido a poner un euro. Aquí todos han metido la pata, todos, y como he dicho antes, el que pierde es el club, que ve cómo se marcha otro chaval que debía ser bandera aquí.