Peter Lim y su club de amigos para hacer networking
Más allá del tono, que no se puede tolerar, el fondo puede ser hasta razonable, pero no con un club que se caiga a pedazos

"Ser dueño del Valencia ha sido increíblemente bueno para poder hacer networking. Una vez estábamos comiendo, todos los propietarios de clubes, en una de las finales de Champions... Tenías a jeques, reyes, mafiosos, negros, blancos y amarillos. Y estábamos discutiendo sobre ¿por qué compraste este jugador por tanto dinero? Éramos como niños... Este deporte hace que todo se iguale". Esta frase, esta parte concreta de la entrevista que dio Peter Lim al Financial Times, va a perseguir al máximo accionista al mismo nivel que la del entrenador funcionario a Anil Murthy.
Ni la traducción ni la interpretación. Se dice lo que se dice, y de un modo como poco ofensivo para todo aquel valencianista que tiene al club como si fuera alguien de su familia. No voy a discutir que una gran parte de las razones por las que Lim compró el club en 2014 era hacer negocios. O networking, como él dice. Y esta parte, tratada como toca, con sensibilidad y discreción, nadie la podría criticar. Al final, si te gastas un dinero le buscas un rendimiento. Aunque tengo un pero para el propio Lim, y que en su mano está revertir.
He estado en reuniones de presidentes y dueños de clubes. No tengo nada claro que fueran "jeques, reyes, mafiosos, negros, blancos y amarillos", aunque de todo había. Pero lo que sí tengo muy fresco en la memoria eran las burlas que hacían a los que iban mal o les salía todo al revés. El desprecio con el que te miran cuando no estás a la altura deportiva que se te supone. O cuando tienes a toda una ciudad en contra de tu gestión. Vaya que si lo sé. Y el cuerpo que se te queda no es nada agradable, pero nada. Y ahí, señor Lim, el networking es mucho más complicado.