El "marrón" de pegar un pelotazo inmobiliario comprando el Valencia

En este asunto, como en muchos otros que trascienden al fútbol, hay demasiado confusión, mucha nebulosa, y eso no es bueno para que veamos las cosas con claridad

Toni Hernández | 02 FEB. 2021 | 08:30
Nuevo Mestalla

Quien compre el Valencia tiene un grave problema: el Nuevo Mestalla. El Nuevo y el actual, porque esas parcelas, esas famosas 5 pastillas recalificadas hace casi 15 años, son otro. Y es que hay que venderlas, porque de otra manera, no se puede dar el siguiente paso. Hoy y en 2006, que fue cuando se presentó la primera maqueta del futuro estadio. Que por cierto, sólo se parece al que vayamos a tener en el futuro en el lugar de emplazamiento y en el nombre, porque todo lo demás ha cambiado de manera drástica.

El club, la sociedad, necesita sacarse ese "marrón" de encima de forma inmediata, y además por una cantidad mínima que comprendería la deuda de la que el estadio es hipoteca y la demolición del actual estadio. Esto, según las mayores ofertas recibidas, se cifra en una posible pérdida de 30 millones de euros, y eso lo sabe el vendedor y también los posibles compradores. La pregunta es: ¿quién se come el sapo de los 30 kilos de echar abajo Mestalla?

El "negocio" no es comprar el Valencia para hacerlo, sino hacerlo con el Valencia. Y Peter Lim, que será todo lo que nosotros queramos a nivel de gestión de club, y que nos ha mandado a la basura a nivel deportivo, lo tiene más claro que el agua. Y por eso no busca vender el club, sino socios para sumarse a esta operación. En medio del confinamiento salió la noticia de que Layhoon Chan estaba buscando socios para esta empresa en Oriente Medio, y esa es la razón, ni más ni menos.

Y con este asunto resuelto, que llevamos tres lustros con él, después habría que acometer el fin de las obras del Nuevo Mestalla. Aunque ese escenario sería muy distinto. Con las hipotecas históricas de Bankia canceladas, la financiación sería más "sencilla", porque nadie puede pensar que vendrá alguien a poner de su bolsillo lo que falte a pulmón, y el Valencia como empresa tampoco tendría esa capacidad sino es con el retorno a largo plazo. Vamos a ser claros con las situaciones, porque en caso contrario nos hacemos trampas al solitario.