16.292 valientes que son el orgullo del Valencia

Esa afición a la que le pegan tantos palos, ignorantes que la juzgan a 350 kilómetros de distancia, y que tiene orgullo de campeón y de ganador

Toni Hernández | 10 FEB. 2016 | 22:42

Cualquier afición, incluso esas que son tan estupendas, las del Madrid y Barcelona, que no se quejan nunca de nada y que mean colonia, después del año que se lleva en el Valencia con Nuno y luego con Neville, después del ridículo que se hizo en la ida, después de tener que pasar por caja para este partido, cualquiera, hubiera montado un pollo apocalíptico, nada de 4 gritos, qué menos, a la llegada del equipo, y habría estado los 90 minutos insultando a grito partido a sus jugadores, porque el fútbol es sentimiento, y el del valencianismo está tocado, mucho, y está asustado, porque el abismo se empieza a ver demasiado de cerca.

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Pero en Mestalla había 16.292 grandes que lo que querían era ver a su equipo, demostrar que son de su equipo, decirle a su equipo que, a pesar de ellos, se sienten orgullosos de ser del Valencia. Respeto absolutamente a todos los que decidieron quedarse en casa y a lo mejor ni verlo por la tele, pero los que fueron, amigo, los que fueron son mis héroes, los que sienten el hierro en sus carnes y reaccionan poniendo a su equipo por delante de cualquier cosa. Allí estaban, 21 horas, febrero, con un equipo contrario con suplentes y el local casi más, pero esa gente es del Valencia, no de os jueguen y tampoco del que venga a jugar.


Seguramente este artículo, y esta historia, pasará desapercibida, como tantas otras que no insultan, que no menosprecian, que no ponen el grito en el cielo contra alguien o contra algo. Pero es que 16.292 personas pagaron una entrada para ver a su equipo en un vuelta de Copa donde el resultado en la ida había sido 7-0. En medio de una crisis deportiva durísima, muy jodida, que esa es la palabra, con aficionados recibiendo al equipo después de sus partidos fuera a insultos, con el entrenador que se ríe cuando se pierde, con una clasificación que aprieta por abajo. Y 16.292 valencianistas le recuerdan al mundo que su equipo está por encima de todo, y de cualquier circunstancia.


Mustafi tras el Nou Camp me pareció una buena piedra sobre la que empezar a crecer de nuevo. Quizá con Alcácer sea el tipo con más carisma y empaque de esa plantilla. Pero esos 16.292, a esos hay que tenerlos siempre presente, hay que acordarse de ellos cuando las cosas vayan bien y haya bofetadas por una entrada para un gran partido. Porque hubo un día, cuando su equipo había hecho el ridículo más espantoso en 25 años, ellos no fallaron y protestaron diciendo “somos del Valencia”. Tan legítimo como el que protestó desde su casa.