Enfrentamiento de dinámicas entre Levante y Villarreal

Ambos equipos tienen rachas dispares como local y visitante y se antoja una lucha de poder a poder durante todo el encuentro

Redactor Jefe | 10 ABR. 2014 | 17:43

La reflexión la emitió en la jornada de ayer Juanfran y permite distinguir la versión que está certificando el Levante sobre el verde en competición cuando defiende la condición de local o cuando adquiere el rango de foráneo: “No sé lo que ha pasado este año en nuestra casa. Nos cuesta mucho sacar los puntos. Fuera estamos muy cómodos y los resultados son muy buenos. Casi siempre tenemos la oportunidad de puntuar. Ojalá sea un partido más en el que se puntúe”.

Parece una evidencia que el Levante ha decidido mutar su naturaleza y su comportamiento en el marco de la máxima categoría durante el curso. Por norma, fundamentaba sus desafíos en virtud de la fortaleza que exhibía como casero. Este ejercicio ha atrapado la mitad de los cuarenta puntos que trufan su currículum; es decir veinte, como visitante. El registro supera los dígitos anteriormente alcanzados en el mismo espacio en sus experiencias anteriores en la elite. Quizás este componente sea su principal aval del grupo que conduce Joaquín Caparrós en el choque que ya se presagia en el feudo de El Madrigal ante el Villarreal. En cierto modo, el partido enfrenta a dos grupos en dinámicas antagónicas y contrapuestas en función de sus posicionamientos.

El Villarreal parece enredarse en las últimas semanas en el coliseo de El Madrigal. La victoria es refractaria a sus intereses desde la jornada vigesimosegunda. La última sonrisa esbozada evoca la visita de Osasuna de Pamplona (3-1). Desde los primeros días del mes de febrero el símbolo del triunfo se ha difuminado hasta perderse su rastro. El Villarreal chocó contra el Celta de Vigo (0-2) y los empates se encadenaron sin remisión ante el Real Betis, Athletic Club y Elche. Es obvio que el triunfo se resiste y que su ausencia perturba la psique del colectivo amarillo, pese a la brillantez de la temporada ejecutada, como trasladan los números y la ubicación de la entidad en la Liga BBVA defendiendo plaza con derecho a la Liga Europea. Bruno lo manifestó ayer. “El partido ante el Levante es vital y no podemos dejar escapar la victoria otra vez más”. Trigueros fue categórico en su manifestación: “ya son muchos partidos sin conseguir ganar en El Madrigal y que se han escapado por una cosa u otra por lo que hay que reaccionar”.

El Villarreal atraviesa por un período de aridez en el escenario en el que habitualmente afronta sus retos como local. Y enfrente se posicionará el Levante de Joaquín Caparrós; un intruso rocoso y granítico que tratará de alargar el ciclo estéril de su rival. No es una misión sencilla desenmascarar al Levante como adversario. El Levante tiene un plan urdido cuando se ubica fuera de su entorno y trata de ejecutarlo con la pasión de un cruzado.

Desde el alumbramiento de 2014 únicamente ha perdido dos confrontaciones como visitante en el derbi de la ciudad ante el Valencia (2-0) y en el Estadio Santiago Bernabéu frente al Real Madrid (3-0). Y en esta etapa ha conquistado victorias mayúsculas como la alcanzada en Sevilla (2-3) o la obtenida frente al Granada (0-2) con un innegable aroma a Primera División. Y entre medias lucen las igualadas ante el Espanyol de Barcelona, Real Valladolid o Real Sociedad. El Adoua ha confirmado esta mañana las señas de identidad del grupo como foráneo. “Estamos muy juntos, somos un equipo muy ordenado y solemos tener ocasiones para marcar”.