Llorente triplicó las indemnizaciones a su gente de confianza y Mestalla vale 100 millones menos de la deuda con Bankia

La Due Diligence al descubierto

Redactor Jefe | 10 ENE. 2014 | 11:47

Manolo Llorente triplicó la indemnización a sus ejecutivos y Mestalla vale 100 millones menos de la deuda con Bankia. Esas son dos de las conclusiones que uno puede extraer tras leer la Due Diligence del Valencia CF. Una auditoría que hoy en Las Provincias se hace pública -al menos una parte- y que no deja indiferente a nadie.

Y es que, la filtración del informe -de forma interesada o no- deja al descubierto muchas de las carencias que tiene el Valencia CF heredadas de la gestión de Manuel Llorente. Tanto es así que no solo la multiplicación por tres de las indemnizaciones a ejecutivos del club -de los cuales no se especifica el nombre- sino la deuda con Hacienda -de la que Llorente no mencionó palabra- asciende a un total de 7,8 millones de euros. Cantidad tan alta como alarmante teniendo en cuenta que desde el anterior equipo de gestión se aseguraba que no existía ningún tipo de deuda de este tipo.

El plano deportivo tampoco se escapa en esta Due Diligence. A las cifras escabrosas referidas a ventas como la de David Villa al FC Barcelona, se suma la de la marcha de David Albelda. Si desde todos los estamentos oficiales se explicó que no había ningún tipo de contrato con el jugador, desde la Due Diligence que facilita Las Provincias se asegura que tenía un año más de contrato con el Valencia CF y se le tuvo que pagar una cantidad cercana a los 1,4 millones de euros al no dejarle continuar. Cifra prohibitiva en el momento en que se encuentra el Valencia CF y que deja al descubierto la inestabilidad social que dejó Manuel Llorente al frente del club.

Finalmente, tasa las parcelas en un total de 130 millones de euros, precio muy inferior al expresado por Manuel Llorente en los balances durante su gestión y precio de venta estipulado, al menos, de manera oficial.

Sea como fuere, un documento que deja al descubierto una gestión, cuanto menos, irresponsable y en la que los números hablan por sí solos.