Nuevo Mestalla: Siete años de vergüenza

Cuatro años paralizadas y no tiene visos de reiniciarse a corto plazo

Redactor Jefe | 11 NOV. 2013 | 07:43

El Valencia cumplió este domingo siete años de la presentación del proyecto del nuevo estadio de Mestalla. Un estadio que se ha convertido en maldito y donde las vergüenzas de la sociedad valenciana van más allá de las de un club como el Valencia CF. El conjunto valencianista lleva, desde hace siete años intentando acabar un estadio que ya se encuentra desfasado con respecto a otros coliseos como el Nuevo San Mamés o Cornellá el Prat.

El Nuevo Mestalla, cuyas obras dieron comienzo pocos meses después de su presentación, llevan más de cuatro años paradas por falta de financiación y después de varios vaivenes entre proyectos como la UTE o Newcoval.

Juan Soler fue quien tuvo la idea de construir un nuevo estadio. Un coliseo que sirviera como pelotazo inmobiliario a la hora de sanear el club y permitirle estar en la élite del fútbol mundial. La crisis, la mala planificación económica y el despilfarro hicieron que, tras siete años, el estadio esté inacabado y con visos de no poder ser finalizado, al menos, a corto plazo.

Tras Juan Soler, han dirigido el club Vicente Soriano, que fue vivió la paralización de la obra en 2009; Manuel Llorente que, pese a que prometió en varias ocasiones que reiniciaría las obras, no llegó a hacerlo entre 2009 y 2013, y Amadeo Salvo, actual presidente de la entidad, quien está reuniéndose con inversores y pidiendo la colaboración con Mark Fenwick -arquitecto del mismo- para intentar abaratar costes sin que pierda calidad.

Las obras empezaron en agosto de 2007 y se prolongaron hasta febrero de 2009. Principalmente se estimaron unos recursos económicos de 200 millones de euros, cantidad que ascendió hasta los 350 y que, con la crisis económica del club, hizo que se tuvieran que finalizar de forma prematura y paralizar ya que no se disponía de capital suficiente para llevarlas a cabo.

Manuel Llorente llegó al conjunto de Mestalla con el principal reto de sanear la entidad y reiniciar las obras del estadio. No cumplió ninguna de las dos premisas. Desde su aterrizaje en las oficinas del club en junio de 2009 se buscaron opciones peron o se concretó ninguna, a pesar de las promesas del expresidente.

Parece que son entre 60 y 80 millones de euros los que le harían falta al Valencia CF para acabar el estadio. Algo que sanearía las cuentas del club y acabaría con la vergüenza de todos los valencianos.