JIM da un golpe de timón
El paso adelante del entrenador en Barcelona surtió efecto
Pese a volverse de vacío, el Levante ha salido reforzado de la derrota en Barcelona. Después de la semana más complicada que se recuerda en Orriols, la revolución de Juan Ignacio en Can Barça surtió efecto. Los granotas recuperaron sus señas de identidad gracias al paso al frente del entrenador, que le dio una vuelta al once impresionante. Durante muchos minutos el virtual campeón de Liga, cierto que con la mente en Alemania, estuvo contra las cuerdas.
Hacía falta un golpe de timón y JIM lo tuvo claro desde el primer entrenamiento del lunes, en el que se desayunó con que los reproches del vestuario continuaban vigentes. Tras varias charlas de terapia, la solución fue meterle mano al once. Para empezar, Chris Lell ni siquiera entró en la convocatoria, ajusticiado por su indolencia defensiva y su bajón de juego coincidiendo con sus deseos de volver a Alemania. Y para seguir, pesos pesados como Ballesteros y Munúa perdieron el sitio. Sin duda, la presencia de ambos en el banquillo fue la gran noticia más allá del debut de Simao Mate. "No se trata de señalar a nadie", se excusó el míster.
La suplencia de Ballesteros estaba en el aire desde la visita al Bernabéu. El capitán atraviesa el peor momento de la temporada y tuvo una vida extra contra el Deportivo por ser quien es. El objetivo era no darle la puntilla sentándolo antes de tiempo, pero deportivamente nadie discutió su relevo en Can Barça. No se trata de adelantar su retirada, sino de que se regenere tras el sobreesfuerzo que lleva a cuestas. Eso sí, la duda es si será capaz de arrancar tras pasar por el banco.
Peor cara lleva Munúa, que tiene un ultimátum que expira a final de mes para aceptar la oferta de renovación a la baja que le pusieron encima de la mesa. El uruguayo, aclamado unas jornadas antes en el Ciutat, pisó el banquillo tras encajar nueve goles en dos partidos y todo apunta a que de ahí ya no se va a mover. JIM, como contraprestación a su papel secundario en Liga, tenía apalabrado que Keylor jugara minutos antes de acabar la temporada y la ocasión la pintaban calva. Encima, el 'tico' respondió convirtiéndose en el héroe granota al detenerle un penalti a Villa. Nunca una buena actuación fue tan oportuna, puesto que ahora el titular es él.